viernes, 15 de febrero de 2008

Un Mundo Feliz

01 abril

Un Mundo Feliz

Vivimos engañados. Hemos caido en su trampa. El hombre ya no es libre, es prisionero de sus temores y deseos. En realidad siempre lo fue y siempre lo será, mientras el hombre sea mortal, siempre será esclavo de sus necesidades bilógicas.
Pero ahora al hombre le preocupan cosas que no tienen sentido, ha caido en su trampa, ahora es parte de la máquina. Y nada podrá hacer por salir de ella. Ha sido creado para vivir por y para la máquina. Desde pequeño se le educa para que sepa a qué debe aspirar, y como encontrará la felicidad.
"Consigue un trabajo bien pagado, tal que puedas tener coche y dos hijos"
¿Por qué? Y después, ¿qué?
No temaís, pues el hombre no puede ser feliz más que en pequeños diferenciales de t (dt). Cuando se integra la función de felicidad siempre se obtendrá un número pequeño, pues no sabemos ser felices, no estamos preparados para ello, nos educan para que nunca lo seamos. Además, siendo organismos vivos y mortales estamos supeditados a demasiados factores realcionados con la supervivencia que no nos dejarían serlo. Por añadidura el hombre es mucho más que un animal, es un individuo social que tiene toda una gama de "seres queridos" e "ídolos". Si algo malo le ocurre a alguien al que se quiere perturbará nuestro estado de ánimo.
(Qué difícil es ser un animal social, mas, qué gratificante puede ser).
La moral católica es un ejemplo perfecto de cómo nos educan para que seamos desgraciados. Y me refiero a las enseñanzas de la antigua iglesia, no al fondo de la cuestión cristiana, que no se parece mucho a lo que enseñan. Ahora se están moderando, pero antes les enseñaban a los niños que nacían condenados y que si no seguían sus normas arderían en el infierno por toda la eternidad. Así los niños quedaban traumatizados y condicionados de por vida.
¿Y por qué tanto odio?
En realidad aunque quisiéramos no podríamos crear un "Mundo Feliz" en el que todas las personas fueran felices a base de realización de deseos sexuales, drogas sin efectos secundarios, y una educación basada en que cada persona es feliz desempeñando su trabajo. Sería imposible, primero porque el hombre no sabe ser feliz, siempre encontraría un motivo para ser desgraciado (¿para qué creeís que sirve el deporte?) y además si al hombre le das todo querrá más e incluso, tal vez algún individuo pueda llegar a pensar y quizá se dé cuenta de que el sistema le controla. No se necesita gente que piense.
El hombre necesita preocupaciones. Si no, veánse las versiones antiguas de "Matrix", una realidad demasiado perfecta no funciona. La máquina se encarga de perturbar al hombre. Si protestan porque les ponemos parquímetros gastarán sus energías en eso y no podrán pensar en otras cosas. Además se sentirán cansados y frustrados y se lo pensarán mejor antes de protestar.
Démosles juguetes para que estén entretenidos. Así la gente demasiado aficionada a pensar se entretendrá en pensar con sus juguetes de otro mundo, en vez de pensar en cosas que de verdad importan. Y además tendremos beneficios económicos. Puede que incluso consigamos que si alguno pudiera abstraerse del juego el resto de la sociedad le ignorará y él, derrotado, volverá al juego, pues allí gana, aunque sea de vez en cuando. ¿Qué puede haber más gratificante que sentirse superior a otro, aunque sólo sea por un instante? Déjales que jueguen. Que se ganen entre ellos. Nosotros seremos invisibles a sus ojos.
Neo, ¿Qué derecho tienes a destruir Matrix? La gente que vive allí es desgraciada, pero sólo porque están diseñados para ello. Si les sacas de la máquina estarán perdidos, no sabrán que hacer, serán todavía más infelices.
Deus ex Mechanicus

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