miércoles, 16 de enero de 2019

Madureteando

Cuando eres joven quieres cambiar él mundo. Parece que tienes fuerzas para ello. Él único problema es que él mundo no te entiende. Eres único, especial y conseguirás lo que te propongas. Tienes todo él tiempo del mundo y miras él futuro con optimismo.

Esto con los años se va suavizando. Los altos ideales se van rebajando, aprendes que los demás también son únicos, que todos son especiales, así que ninguno lo es. Conoces gente que te comprende y vas encontrando tu sitio. Tus metas van siendo más realistas.

 
Pero llega un momento en él que parece que se llega a un punto de inflexión. Probablemente no le pase a todo él mundo, supongo que es más de gente muy asentada, a quien está satisfecho de estar donde está.

Ya no quieres cambiar él mundo, sólo quieres no perder lo que tienes. Has encontrado tu sitio y te da pánico que algo le pueda pasar. Empiezas a ver el futuro con aprensión. Ya no es él mundo el que no te entiende; eres tú el que no entiendes al mundo. Te empieza a parecer que las cosas son negras como el futuro y que has vivido tiempos mejores, que el mundo se va al garete y nadie sabe como salvarlo. Ves las noticias y te preguntas si siempre ha ido todo tan mal y simplemente es que ahora ya no son cosas de mayores, ahora el mayor eres tú.

Si siempre he sido viejuno de espíritu, esto ya es el colmo. Creo que voy a pasar del "cuando yo era joven" directamente a "en mis tiempos".

Pero bueno, hoy, aunque sólo sea por un día, mejor olvidar todo esto, pensar que el mundo no está tan loco y que solamente parece que se dirige con paso firme a la destrucción del modo de vida que conocemos. Así me gusta, optimismo a raudales. 

lunes, 14 de enero de 2019

New Year's resolutions 2019 edition

Año nuevo, post nuevo que es igual siempre.


Llegan los propósitos de Año Nuevo. Que serán los de siempre o, al menos, muy parecidos a los del año pasado. Luego los miro, pero creo que coinciden y más o menos me acuerdo.

Lo primero y, realmente, lo único importante es cuidarme más. De verdad tengo que hacer ejercicio y no comer tanto dulce. ¿Lo conseguiré este año? Más me vale.

Lo siguiente y lo más repetido es aprovechar mejor el tiempo. Esto principalmente consiste en cambiar jueguecillos chorras y similar por leer más, escribir más y hacer cosas en vez de ver y leer gente que hace esas cosas. También concentrarme más en lo que hago.

No se me puede olvidar también quedar más con gente. Por un lado, la logística va siendo cada vez más sencilla, pero por el otro es fácil dejar pasar el tiempo sin darse cuenta, que es más cómodo. Pero es sano para todos relacionarse.

Pues poco más. Como el año pasado, escribir más en el blog ya no es un objetivo en sí mismo, sino una forma de aprovechar el tiempo y reflexionar. Me gustaría llegar a los 12 posts este año pero, aparte de eso, este año no voy a plantear lo de los OKRs ni nada similar. Eso requiere cierta constancia que no tengo. Requiere algo de esfuerzo, por ejemplo el año pasado me bloqueó e hizo que escribiera menos.

Antes de terminar, voy  a releer los objetivos del año pasado.

Vaya, vaya. El año pasado estaba de objetivo tener 12 posts al año. como objetivo. Y la primera vez que mencioné lo de no tener como fin sino como medio escribir más en el blog fue en 2013. Cómo te la juega la memoria. Los objetivos no están claramente puestos (aparte del número de entradas del blog) pero se dan como ideas leer más (he leído casi 5 este año, casi 5 más que el año pasado,  no está mal, aunque la mayoría fue en verano) o hacer deporte (eché 3 ó 4 partidos de pádel, un poco pobre).

En algún sitio hice una lista, pero he visto que sí que hice un análisis. La conclusión la de siempre; al principio muy bien, luego regular y al final ni acordarse de que existían.

Pues nada, here we go again.

 

Again, and again the post of every year

 Aunque el blog esté cuasi abandonado, creo que merece la pena hacer el post de todos los años. Al menos uno, que luego siempre es interesan...