domingo, 31 de diciembre de 2023

Una analogía esquiva

 Llevo un tiempo persiguiendo una analogía, una metáfora que se me escapa. Quiero compararla vida con algo, estilo José Manrique, pero no soy capaz.


Diría que la vida es como una cinta transportadora. Una cita transportadora que acaba en el vacío. Porque no para nunca, y lo que teníamos conocido se esfuma y aparecen cosas nuevas a nuestra espalda. Lo antiguo que va desapareciendo es el pasado que se esfuma delante de nuestras narices. Pero este pasado para nosotros no es algo lejano, es el mundo que conocemos. Y las cosas nuevas, cuanto más lejos estamos del principio más extrañas nos parecen. Aunque claro, la cinta se sabe cuando acaba, y nosotros no sabemos cuando se nos acaba el tiempo sobre el planeta. Más o menos sabemos por dónde anda el máximo aproximado, pero cualquier momento puede ser el último. Entonces a lo mejor somo s botellas de cristal en una cinta transportadora que acaba en lo alto y cuanto más alto más aire hace.

Aunque claro, la cinta en realidad es infinita, es cíclica, y cuando el pasado pasa y la gente que tenemos de referencia "se cae" no vuelven de ninguna manera. ¿Entonces a lo mejor la vida es como una sección de cinta en una fábrica en la que sale material hecho que se va degradando y llega un momento en el que se destruye? ¿Pero quién haría una fábrica así?

Cambiemos de idea... La vida es como una isla que surge del mar por un lado y se hunde por el otro. Al principio, cuando llegamos a la isla vemos que hay mucho por andar, mucho terreno estable. Pero poco a poco algunas secciones se van perdiendo, el paisaje se va transformando sin que podamos evitarlo. Va cambiando poco a poco, de algo inmenso, pero familiar, a algo cada vez más pequeño y cada vez más extraño e inseguro. Al principio las secciones nuevas son emocionantes e intrigantes, pero poco a poco se van volviendo más extrañas e inaccesibles. 

Pero claro, los habitantes nuevos encuentran esas secciones extrañas como familiares encontrábamos las nuestras. ¿Entonces por qué tenemos vedada cierta parte de la isla? Podríamos caminar hacia atrás... a lo mejor hay que pensar otra cosa...

Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir... no espera, que esa ya se ha hecho.

¿La vida es como una carretera? ¿Vamos acompañados de coches que se van saliendo en diferentes salidas? No, no me gusta...

Como decía, es una analogía que no consigo concretar. Pero al final, la vida es algo que no se para. Lo que era conocido y familiar va desapareciendo poco a poco. La gente en la que confiabas también se va. Cosas que parecían inamobibles cambian. Lo que era conocido y del acervo popular cambia. Aparecen cosas nuevas constantemente. Al principio es fácil ir al día, pero poco a poco te vas quedando más y más atras. Entre que el suelo que creías firme se está moviendo y deshaciendo sin parar, y el torrente de nuevas cosas que llueve sobre tí, es inevitable sentirse un poco perdido, un tanto inseguro.

Pero bueno, such is life. Quizá pueda darle una vuelta más a la analogía esquiva. Pero necesitaba soltarla antes de que acabase el año.

jueves, 30 de noviembre de 2023

Un mundo prehistórico

 El otro día hice algo excepcional: ver una película yo solo. Vi Donnie Darko, un film de ¿ciencia ficción? ambientada en 1988. ¡Es de 2001! No tenía ni idea, pero claro, me cuadra más, demasiado buenos eran los efectos especiales para ser anterior a eso. Pues a lo mejor tiene menos sentido el resto del post, pero bueno. Claro, y por eso Drew Barrimore es Drew Barrimore... en fin, lo que es no pensar.

  La película es de esas que me suelen gustar de un poco de "ida de olla", una película en la que nunca estás seguro de qué es real y que no, no sabes si es ciencia ficción o si simplemente visiones del protagonista. Pese a ello, pese a que la película no se termina de entender y hay un montón de cosas fantásticas, lo que más me ha llamado la atención es ver un mundo sin móviles.

  Parece algo casi imposible, un mundo en el que no puedes localizar a la gente si no está en casa, un mundo en el que no puedes llamar en la calle sin una cabina de teléfono, un mundo de contestadores y recados, un mundo en el que las noticias y rumores avanzan y se expanden solamente a la velocidad del boca a boca (que puede ser muy rápido y muy lejos, pero órdenes de magnitud por debajo de los de un tweet).

   Es curioso, porque parece casi que el mundo funciona diferente. A lo mejor está un pelín sesgada la visión, al ser una película posterior, pero en 2001 la penetración de los móviles era mucho menor, así que no será muy exagerado. Parece un mundo casi inimaginable, y eso que es un mundo que he conocido, pero ya se ve tan, tan lejano, casi como si fuera el telégrafo (me he pasado un pelín), y eso que es un mundo en el que he vivido. Poco, pero algo. Un mundo en el que llamabas a casa de alguien y te lo cogía un familiar, o en el que quedabas con alguien y tenías que mirar bien antes cómo ir, porque si no lo encontrabas no podías usar el maps. Un mundo en el que tenías que fiarte mucho, porque si llegabas al sitio y el otro no aparecía no le podías llamar para ver por dónde andaba.

Me pregunto si nuestros hijos se podrán imaginar si quiera cómo era el mundo sin móviles, o si la IA transformará el mundo como lo han hecho los móviles o simplemente se quedará en ciertas aplicaciones de nicho.

Dicho esto, la película creo que me ha gustado, y le he estado dando muchas vueltas. Lo único que me gusta otro tipo de final.

Bueno y hoy también he hecho algo excepcional, escribir en el blog, aunque haya sido una cosa ligera.

martes, 28 de febrero de 2023

Sight

 El miedo guarda la viña. Pero el ser humano olvida, olvida muy deprisa.

Suddenly I feared that everything could went dark. That the lights will be switched off suddenly, and forever and I will be left alone, in the dark. The thought alone was terrifying,paralizing.

I could not fathom what life without light could be like. We are so dependant ont hat. All the awake time, for almost everything. And yet, some people live in complete darnkness. Beings of pure light for me.

And yet, even after being so afraid that I would have given my right arm to keep the darkness at bay, now it seems all but forgotten. Fear can make you change, but if fear is the only driving force of change, when the fear is forgotten or assumed, the change is also forgotten, and reverted.

When you think of the darkness it seems it can ruin everything, rob you everything, leave you with nothing. How could anyone live in the darkness? Some people do, but I do not know how. Could I do it? I am not sure, not at all. 

I should try to improve, try to get better little by little all the time. Before it is too late, before there is no turning point, before there is no more time. 

Also, I should be able to write more than half a page of scribbled lines in a month or more. Year after year I do the same, as if it was funny. But it is not. And the clock is ticking



lunes, 16 de enero de 2023

Failing Resolutions, 2023 edition

 Pues aquí vamos otra vez, a por el post de todos los años. Pero será un poco doble porque no fui capaz de hacer el post de diciembre, y mira que era fácil, un simple repaso del año en el que decir que no he escrito muchos posts pero que ya verás el año que viene.

Veamos el año pasado escribí...¡7 posts! Pensaba que habían sido por lo menos 9 ó 10... Bueno este año claramente será mejor seguramente muy parecido, pero bueno, seguiremos con ello. Ahora que estoy a tope con las resoluciones de Año Nuevo lo veo muy claro pero bueno. 

Hablando de resoluciones, para este año tendremos variantes de las mismas de siempre. Las formularé como dos. La primera, hacer ejercicio y picar menos. La segunda perder mejor el tiempo. Ya que parece que es imposible no perder el tiempo pues por lo menos hacer algo un poco más productivo, como por ejemplo, escribir en el blog. ¡Se cierra el círculo!

Veamos ahora las resoluciones del año pasado, si es que las hubo. Si no, son siempre las mismas así que nos e ha perdido nada. No, no hay resoluciones, sólo una frase que no ha envejecido bien, una sobre que "vivimos en una época bastante pacífica en general". Eso por hablar.

 ¿Qué más? Se me acaba el tiempo de escribir, y como siempre, procrastinando dejo las cosas para última hora. Ya se ve algún hito por el retrovisor, pero supongo que pasará lo de siempre, buenos propósitos que duran cinco minutos y seguiremos dejando que el tiempo se nos escape entre los dedos, como arena fina de un reloj de arena. No puedo decir que no esté contento, no cambiaría nada de lo que tengo, pero creo que debería sacarle un poco más de jugo a todo esto. De hecho lo que me da miedo, y siempre me ha dado miedo, es perderlo. Ya escribiré algo más sobre esto (o no) pero no puedo si no tener la sensación de que la sociedad es un gigantesco castillo de naipes, que no resistirá otra embestida como la del año pasado. Y si eso ocurre, no sé qué haría. Realmente sin un ordenador no sé hacer nada.

Bueno pues, parece que esta pequeña nota va a ser todo de lo que soy capaz de escribir en tiempo. A ver si me duran los buenos propósitos un poco más este año, aunque sea por verle las orejas al lobo. Y crucemos los dedos por que los tiempos no se vuelvan más interesantes todavía.




Again, and again the post of every year

 Aunque el blog esté cuasi abandonado, creo que merece la pena hacer el post de todos los años. Al menos uno, que luego siempre es interesan...