martes, 16 de enero de 2018

Man in the mirror


Muchas veces me miro en el espejo y no me termino de reconocer. A veces veo atisbos de mi padre en el que me mira desde el otro lado. Pero no de mi padre ahora, sino de mi padre más o menos de mi edad, que es el padre de cuando yo era pequeño, que es, de alguna forma el recuerdo más fuerte de mi padre que tengo en mi cabeza.


Este recuerdo de padre hace que muchas veces que veo a mi padre no le reconozca de primeras, porque en mi cabeza tiene veinte o veinticinco años menos, el pelo todavía negro (con muchas canas, eso sí), menos arrugas y está más delgado.


Tengo la sensación de que todo el mundo tiene una imagen mental de los demás en su cabeza, algo así como la versión del mundo de las ideas de Platón. Tal vez se actualicen poco a poco pero muy despacio. O a lo mejor soy sólo yo. Algo así es lo que puede que haga que me sorprenda cada vez que veo a una amiga que llevaba el pelo largo y se lo cortó hace tiempo. Tal vez es lo que hace que mis abuelas digan que ellas no pueden tener un nieto tan mayor. Quizá.
El caso es que me pregunto cómo soy yo en mi cabeza. Cuál es la versión del mundo de las ideas de mí mismo. ¿Soy yo con 25? ¿20? ¿16? ¿Una mezcla de varios? 


De lo que estoy seguro es de que no es ese tipo que me mira desde el espejo, una mezcla entre mi padre y mi tío, con sienes semiplateadas y a quien no le pueden decir que parece que está igual que hace diez años. Ese no puedo ser yo... ¿verdad?

Again, and again the post of every year

 Aunque el blog esté cuasi abandonado, creo que merece la pena hacer el post de todos los años. Al menos uno, que luego siempre es interesan...