Sunfall

26 junio 2007

Sunfall

Ví una pareja. La chica estaba radiante, como un rayo de sol en la luna.

Entonces me acordé. Me acordé del Sol. Me acordé de las estrellas y la Luna. Del aire fresco, de la lluvia en primavera, de la niebla el granizo y las nubes. Pero sobre todo me acordé del Sol. Hacía tanto tiempo que no pensaba en el exterior que casi he olvidado cómo era. Pero no de la luz, de cómo calentaba, de cómo iluminaba las caras de los seres queridos, de cómo a su luz todo se veía diferente, maravilloso. Eso no podré olvidarlo. Pero hacía tanto que no pensaba en ello que parece un dulce sueño.

Vivo condenado, en el subsuelo. Llevo más de cuatro años aquí abajo, casi cinco. Por una cosa tan nimia que ni siquiera pensé que me arrestarían. Había bebido un poco... En fin, el caso es que me mandaron abajo, con todos los criminales de baja estofa. En realidad no se vive tan mal. El trabajo no es demasiado duro y podemos estar bastante a nuestro aire. Comemos bien, tenemos comodidades. Estamos bien de salud, siempre y cuando tomemos el refuerzo vitamínico para compensar la falta de sol. Incluso he oido que van a traer a alguna de las colonias subterráneas a pobladores libres. Eso debe significar que las cosas van bastante mal allá afuera.

Pero no es lo mismo. Ni por todo el oro del mundo me quedaría aquí ni un día más de lo que me obligan. Es cierto que hay luz, LEDs y halógenos por todas partes, y que regulan las luces para que tengamos el reloj biológico en fase, pero todo es falso. Las lámparas se calientan, pero no calientan. La luz ilumina, pero no da vida. Sólo un musgo asqueroso crece aquí abajo, rodeando todas las lámparas de bombilla que quedan.

Las plantas, las flores, las puestas de sol y también la noche, la oscuridad y las estrellas. La noche y el día.

Todo queda tan lejos en la memoria que casi no lo recuerdo.

No me queda mucho tiempo de prisión, pero tengo la sensación de que moriré aquí abajo, solo y frío. Mi cadáver será enterrado encima de nuestras cabezas.

No volveré a ver la luz del sol.

No volver