domingo, 21 de diciembre de 2008

Too Real

Hace mucho que debería haber escrito esto.


Desde que aparecisteis en mi vida veo las cosas de un modo muy diferente. Es increíble, como pueden llegar a cambiar las cosas.


Cuando estaís conmigo la vida tiene otro color, la realidad parece más real. ¿De verdad era el mundo así? No lo recuerdo.


De cualquier modo, sigo teniendo la sensación de que con vosotras el mundo parece más auténtico, más de lo que nunca me ha parecido.

domingo, 14 de diciembre de 2008

The happiest days of our lives, take 2

Es extraño. Llevo mucho tiempo pensando en escribir esta entrada, (y muchas otras que se han quedado en el tintero). Pero sabía que existía otra con el mismo título. Hace ahora exactamente un año (y cuatro minutos, que es lo que he tardado en llegar aquí) que escribí la otra. Es curioso. Siempre he sabido que me repetía, pero no hasta este punto.

When we were young and went to school there were certain teachers who hurt the children any way they could.

Ciertamente, en mi caso eso nunca pasó.

¿Y qué tenemos ahora?

No lo sé. Primero hay que terminar el proyecto, para entonces decirle adiós a otra etapa de la vida. Una etapa que se supone que será escenario de muchas de las historias que se cuentan a los hijos. Porque a los nietos se les cuenta historias de la infancia, pero a los hijos se les cuentan historias de la juventud. Es pronto para pensar en ello, pero se me acaba de ocurrir que quizá no sea capaz de contarle nada a mis descendientes, porque nunca ciento nada y no tengo la sensación de que me haya ocurrido nada digno de mención. Siempre me lo puedo inventar, pero se me da terriblemente mal mentir, como muchos ya sabreís. Algo que sí puedo hacer es exagerar, exagerar sin límites.

¿Y entonces?

Tampoco lo sé. Tengo la sensación de estar algo atascado. Quizá es porque me siento terriblemente cómodo dónde estoy ahora. Pero no puedes quedarte así siempre. Aunque tú no te muevas otros sí lo harán, y las circunstancias cambian. Lo que hoy es estupendo, mañana puede no serlo tanto.

By pouring the derision on anything we did, exposing every weakness carefully hidden by the kids.
No, la verdad es que tampoco.

But in the town it was well known that back at home a fat and psychopathyc wife wil thrash them within inches of their lifes.

¿Eh? Bueno, si eso te consuela...

En fin. Pues nada. Todo ha cambiado y sigue igual.

¿Y ahora?

Pues ahora las cosas cambiarán otra vez, a mejor y a peor. Seguirán avanzando y nosotros con ellas, esperando que no nos destruyan por el camino. Y eso es todo.

Así que hay que conseguir avanzar.

(Por un momento he estado a punto de despedirme del blog)

lunes, 13 de octubre de 2008

We've been absent for far too long



We've been sitting in the fence for far to long. Cold and tired we are.



Why we cannot run? Or at least get a glimpse of the mayor war? Here all what we see is the shatters of our former hope.


We want something more rewarding. They will forget us. Do you think our people will receive us cheering and applauding? We've been here while their brothers and sons are out there, dying.

Nothing is going to get better. The rain will keep pouring down in this everlasting fake dawn. The sake of our battle-brothers matter more than this pile of bricks we're guarding.


The waiting is getting us mad. It tears our soul into pieces. But it won't make us lose our courage, because we shall know no fear.
Drop by drop this rain erase our feelings, like water eats the stone. Soon we will only feel the cold of our wet clothes.


Far by the horizon you may see some explosions burning the sky, like heralds of the real storm that is yet to come.


Nobody can truly understand what hour is, no one, but we, the lost and the damned. We might live, and return home, but people will close their eyes. They will ask us what happened, how it all began. We won't answer, because they will not understand. We won't see thousands of millions crying for the mankind.

We won't find rest ever again. We're the hunted hunters, and we'll be forever. Our wounds may be cured, but our souls will never be whole again.

How can anybody understand why he should die? We know our names won't mean nothing ten minutes after we're dead. If we die what will be our reward?



We cannot stop our great self destruction, and we'll die, although we don't want to.

They don't understand that to conquer death you only have to die.









And they shall come. And we'll forget all about this, and just shout:

Let's do this!


domingo, 14 de septiembre de 2008

Fall is Raising

     Summer is gone. Fall is rising. Qué estupendo juego de palabras. Lo siento, pero tenía que hacerlo.
¿Cuatro entradas en un día? Quizá sean demasiadas, pero llevaban mucho tiempo pendientes. Debido a la sobrecarga, puede que me quede más floja, pero esta entrada ha de ser escrita hoy.

      Hoy acaba el verano. No, ya sé que no es equinocio todavía, pero hoy cierran la piscina. Durante muchos años este evento es el que marcaba el inicio del nuevo curso, el fin de las vacaciones. Aunque muchas veces nos lo perdimos por estar en la playa, los últimos años ha sido así regularmente. Bajábamos todos los amigos a la piscina, normalmente con el beneplácito del socorrista y de los progenitores, con el sano propósito de armarla gorda en la piscina.

      Cada año era parecido, de hecho, tenía más gracia cuando no estaban tan preestablecidos como los últimos años, cuando eran más espontáneos. Pero la idea era simple; todo al agua. Camisetas, zapatillas y toallas, sillas y sombrilla, incluso la mesa del socorrista acababa en el agua. También había que tirarse con ropa y lanzar al agua a todo aquel que presentase resistencia. Sin piedad. Todo, además, grabado y documentado.

      Pero este año no. Ya tocaba dar paso a la siguiente generación. Aunque la siguiente no ha venido, y han sido los críos los que han montado follón. No creo que se hayan puesto a tirar cosas al agua. Pero bueno, no pasa nada, toca crecer.

      En realidad lo malo es que este año tenía muchas expectativas puestas en la piscina, y casi no hemos bajado. Casi siempre he bajado solo a nadar. Y es una pena.

      Pero bueno, así es como debe ser. Ahora toca Otoño,

Objetos Perdidos

      Seguro que todo el mundo recuerda alguna sección de objetos perdidos. Probablemente podría decir que son salas mágicas, llenas de encanto, en la que se reunen una miríada de objetos de procedencias desconocidas, todos ellos rodeados de misterio. Podría decirlo, y me sentiría un poco más cerca de mi parte lírica, esa que se regodea en grandes palabras como "miríada" o "regodear", y en metáforas oníricas y sin sentido. Podría hacerlo y quizá me ganase a alguno de mis (cuatro) lectores. Podría, pero estaría mintiendo.

      Cuando pienso en objetos perdidos me acuerdo de aquella sección que estaba debajo de las últimas escaleras del colegio. No lo recuerdo exactamente, pero sé que en un principio no tenían puerta. Recuerdo aquella sala, con un cubo de basura lleno de partes de equipaciones de educación física del colegio, y poca cosa más. Quizá algún cuaderno, algún estuche o algún juguete pero eso no lo puedo recordar. Lo único que recuerdo es la sensación de angustia de perder algo y tener que bajar a objetos perdidos a buscarlo. Nunca estaba. Removías todo lo que había allí y nunca nada. Nada.

      Yo creo que me han marcado bastante un par de cosas que extravié cuando era pequeño. Una fue una mochila de Nintendo que perdí, yo creo, en primero de primaria. Hace tanto de eso que casi dudo de que existiera. Otra cosa que perdí fueron todos los libros de un curso. Quizá sexto de primaria. Me los traía a casa los últimos días de clase y desapareció la bolsa. La recuerdo perfectamente. Era de "El horno de Mamá Tina, una tienda de comida para llevar que había en la Vaguada. No podía ni oír hablar de ella. Nunca me he alegrado tanto de que cerraran algo.

      También recuerdo la sensación de culpabilidad de coger alguna parte de equipo de gimnasia que no era mía para sustituir la que había perdido. No olvidaré aquella chaqueta que cogí que sería un par de tallas más grande que la mía.

      Aunque la verdad es que una vez encontré algo. Bajé a objetos perdidos porque iban a tirar todo lo que quedaba en objetos perdidos para ponerle una puerta y dejarlo arreglado. Fui sólo por si acaso. Debía estar en la ESO, quizá en 3º. Eché una ojeada y vi algo en el suelo. Encontré un llavero. Era un dibujo de un bolígrafo. Estaba muy viejo y rayado. No sé por qué, pero lo ví y supe que era mío. No recordaba que existiese, pero era del estuche que me acompañó hasta 6º de primaria. Lo había perdido en 1º. Fue muy raro. Otra cosa extraña es que ahora mismo no sea capaz de encontrarlo. Me hace dudar hasta de mí mismo. No es propio de mí dejar escapar algo así, algo que he encontrado después de tanto tiempo.

      Otra cosa que dejé escapar fue el tablero de chapas de mi padre. Mis padres han tirado muy pocas cosas en su vida, y eso hace que me duela más haberlo perdido. Lo único que han tirado ha sido el tablero en cuestión y los apuntes de primaria míos y de mi hermano. El tablero era de , aproximadamente, 90x120 cm. Mi padre lo había pintado de verde y puesto las líneas de un campo de fútbol para jugar a las chapas en él. Era algo que había hecho de pequeño y estaba muy bien. Mi hermano y yo también jugamos en él. Era genial. Además ahora me valdría para jugar al Warhammer. Pero lo perdí. Pude haberlo salvado dos veces. Pero no lo hice.

      Me da pena. Pero no pasa nada. Las cosas hay que dejarlas marchar. No te puedes encariñar demasiado con las cosas materiales. Las cosas vienen y se van. Y quizá un día lo pierdas todo.

      De todos modos, si existiese un sitio donde se guardasen todas las cosas que has perdido, y te dejasen llevarte una, sé que no cogería el tablero.

Mr. Feynmann ó Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes

Richard P. Feynmann, premio Nobel de física, parte del proyecto Manhattan, es obvio que fue un gran físico. Pero también fue una persona con una gran personalidad, no dejaba nunca de expresar su opinión ni de embarcarse en aventuras disparatadas. Tenía otra caracteríastica reseñable y era que cuando decidía hacer algo lo hacía, y le dedicaba todo el esfuerzo que podía. Si se proponía tocar los bongos, aprendía, e incluso llegaba a formar parte de una compañía. Si aprendía a pintar montaba una exposición. Si quería aprender portugués se iba a Brasil. Todo ello con mayor o menor éxito, aunque normalmente acababa sus proyectos y no salían mal.


Tengo un amigo que tiene esa misma cualidad. Cuando se propone algo lo hace, y le dedica el esfuerzo que se merece y es constante, y lo hace bien. Si decide jugar a un juego de cartas, se presenta a torneos (y gana algunos). Si decide aprender a pintar miniaturas, lo hace y lo hace muy bien, hasta llegar a niveles muy altos, a nivel mundial, ganar trofeos y de todo.


Yo en cambio... soy de lo más inconstante que conozco. Suelo empezar con ganas, pero poco a poco se pasan y olvido lo que me había propuesto. Suelo dejar las cosas a medias y nunca he destacado en nada de lo que he hecho, aunque tampoco es que me haya esforzado sobremanera en conseguirlo. Nunca he tenido grandes aspiraciones, pero, por ejemplo, me gusta escribir. Pero no lo hago mucho, ni intento mejorar. Simplemente suelto lo que se me pasa por la cabeza y luego me olvido. También podría haber intentado hacer cortos, como aquello del cáliz que salió una vez, pero años después sólo tenemos pequeñas partes de cortos olvidados.

Debería haberme esforzado en cosas más relacionadas con mi profesión. Podría haber intentado programar mejor, ampliar los lenguajes que conozco, estar al dia de las novedades del mundillo, ya que parece que es algo que se me da relativamente bien. Pero tampoco lo hago. No sigo las evoluciones de la tecnología, no intento atender a mi campo. Mi hermano conoce las noticias del mundo de la física, las sigue dia a dia. Yo en cambio me desentiendo. Me olvido de ello, porque, al fin y al cabo, es trabajo, y el trabajo no es divertido.

¿A que le dedico mi tiempo y mi esfuerzo, entonces? A pocas cosas. ¿Muñecos? Sí, pero poco. Los pinto, pero no los termino. Y tampoco pinto bien. No me esfuerzo en mejorar. ¿Música? Sí, pero suele ser siempre las mismas cosas, excepto alguna cosa que me pasa un amigo. No me esfuerzo en buscar más música, en buscar discos que no conozca de la gente que me gusta, o en buscar gente que no conozca, aunque sean antiguos. Ni tampoco he empezado a adentrarme en otros géneros, como jazz o clásica. ¿Libros? Tampoco intento buscar libros buenos de verdad, simplemente me leo lo que cae en mis manos, y con poco entusiasmo. ¿Comics? Que va, siempre los mismos, una y otra vez. ¿Videojuegos? Nada nuevo. De hecho casi no he jugado este año. ¿Magic? Sí. La verdad es que los Drafts es una buena idea y todo. Tampoco intento tener grandes barajas, ni mejorar, pero no me preocupa demasiado.

¿Quizá es que no paro en casa y estoy siempre de fiesta o de viaje? Que va. Es cierto que desde que tengo novia ya casi no paso tardes en mi casa sin hacer nada, pero no hemos viajado (aunque esto va a cambiar). Y con los amigos... Con los cercanos quedo mucho, pero a los demás no les cuido, no les llamo, no les escribo... y de mis primos y familiares puedo no saber nada en meses. Aunque supongo que es más o menos normal en los chicos ser despreocupado.

Debe ser por mi forma de ser, así despistado y tranquilón (con sangre de horchata, dicen algunos), pero debería esforzarme más en las cosas que hago. Ser más atento, más organizado. Por ejemplo debería empezar por leerme al menos una vez las entradas antes de publicarlas. O quizá estructurar un poco los cuentos y darles varias pasadas, en vez de soltarlos y publicarlos como he hecho siempre. Que el dadaísmo está bien para pequeñas entradas espontáneas, pero las faltas de ortografía y de cohesión no se pueden permitir.


So des.

Wandering around

      As many histories told, a shady figure was wandering around in the darkness, entering in the shatters of its mind. As he walks to the grave he seemed to became smaller and smaller. He stood, stared, and then started to walk again.

      He was going nowhere. After all he walked he finally realized it. His search was meaningless, his effort, waste. So he stopped and felt lost. When he was walking he knew what was the next step. A right foot was followed by a left foot, which was followed by a right one, and so on, and so on.
But now? He was only wandering around, taking time the only way he knew. He felt out of touch with his feelings, and he was going nowhere, just following its fingers.

      Without routine he felt almost outside of the world, he began to lose contact with family and friends. He started to be a shade who patrols dark streets, running of the light.

      And when winters is coming walkers hibernate. If he could not walk he would have nothing to do. With nothing to do he will be lost, forgotten in the void. Now it was time for him to stop and think, and think carefully. Sometimes you have to sit and ask yourself.

      What can I do now?

jueves, 11 de septiembre de 2008

Calling to arms (part2)

 

 

      El martillo golpeaba el hierro candente con una melodía dura y monótona. El herrero Blacksmith golpeaba sin cesar, con una precisión transmitida de generación en generación, sin perder el ritmo en su música de metal. El sudor que cubría su cuerpo era tan parte de él como sus brazos o sus músculos de herrero. Con la mano izquierda volteaba, una y otra vez, lo que pronto se convertiría en una de sus mejores espadas. Como casi todos los artistas, sentía cada nuevo proyecto casi como un hijo, que crece, desde un basto trozo de hierro hasta ser una espada completa. Siempre sentía que podía mejorar sus creaciones, pero debía dejarlas por falta de tiempo y dedicarse a nuevos encargos. Casi le daba pena cuando venían a recogerlos, hasta que el brillo de las monedas de oro iluminaba de nuevo su espíritu, por supuesto.

 

    Alzó la espada, todavía incandescente, y la estudió con detenimiento. Dándose por satisfecho la sumergió en el cubo de agua, como apuñalándolo, y en un instante la habitación se llenó de vapor. Cuando se disipó, se secó el sudor de la frente y buscó la siguiente pieza en la que debía trabajar. Estaba afilando una lanza cuando un sonido reverberó por toda la estancia.

 

    Las campanas de la iglesia estaban doblando. En las poblaciones como aquellas, la iglesia es siempre el corazón del pueblo, y las campanas son su voz. Suenan monótonas cuando dan las horas, adormiladas cuando llaman a maitines, alegres en las fiestas y tristes en los funerales. Pero esta vez sonaban aterradas, desesperadas. Tocaban a rebato.

 

 

     Al oír las fuertes campanadas, hasta la última fibra del herrero se estremeció, aquello sólo podía significar una cosa.

 

- To arms! To arms! - Un muchacho corría por el pueblo, gritando como un loco. - To arms! We are under attack! Everybody to arms!

 

 

   El herrero se recompuso por fin. La situación era crítica, pues sabían de poblaciones vecinas que habían sido asaltadas por los bárbaros, y casi todos los hombres jóvenes se habían marchado a combatirlos. Cogió las pocas armas que no había vendido y salió a la calle para repartirlas entre cualquiera que pudiese levantarlas. Cuando se quiso dar cuenta no le quedaba ninguna para él. Desesperado volvió a la herrería y buscó algo con lo que defenderse. De pronto la vio, brillante, sobresaliendo del cubo de agua calma, la espada que acababa de forjar. No estaba terminada completamente, aunque en realidad las obras de arte nunca lo están. Cumpliría perfectamente con su función. La miró y le dijo a la espada:

 

- Ready or not here we go.

 

  Y enarbolándola como un estandarte de la defensa ciudadana salió corriendo y gritando :

 

-To arms!!!

 

 

 

 

 

 


jueves, 28 de agosto de 2008

Winter is coming (again)


I can feel it, coming in the air tonight

I can see the hazy shade of winter in the corner of my eye

I can feel its cold breathe in my neck

The weak summer ends, and the winter is coming again.


martes, 5 de agosto de 2008

Passing by

 

 

    I was just wandering around, walking by the street, going where my fingers said. Looking at the street shops when a familiar face met the corner of my eye.

 

- Hey! Hello!

 

- Oh, hello! How are you?

 

- Fine, fine, thanks. And you?

 

- Perfectly well, thank you.... It's been a long, long time, hasn't it?

 

- Oh, yeah, quite a bit... we haven't met since... uh....

 

- Yes, too much time, please do not mention it.

 

-Oh, ok. And what have you been doing in this time?

 

- Nothing special, really. Just... the same as always...and what about your life?

 

- The same. Nothing really interesting.

 

- But that's not bad, you know, if things are going well.

 

- Oh, you're right, and everything is going very good. I do not have any complains.

 

- Neither do I.

 

- Guesso, you never complain, never.

 

- You're right, but that's because I do not have a reason to.

 

- That's true.

 

-...

 

-...

 

-...

 

-... well If you're not too busy we can meet some sunny day.

 

- Of course, I'd love to!

 

- Ok, then I will stop by soon.

 

- Ok, do not forget me. Remember, you owe me one.

 

-You're right.

 

 

lunes, 14 de julio de 2008

Basketball



Paseaba por el parque, buscando la frescura de la hierba húmeda y las fuentes. Los chiquillos correteaban en la arena o perseguían balones que a veces eran más grandes que ellos. Algunos adolescentes se reunían en algunos bancos apartados, invocando la desconfianza de los mayores, como los jóvenes de todas las épocas. Entre todos ellos caminaba con aire ausente una figura solitaria que parecía no encajar muy bien en el cuadro general, como una sombra gris en medio de un campo verde.


Era como si buscase algo que hubiese perdido, como si buscase su sitio, como se guiase buscando la luz, los sitios donde hubiera gente joven y alegre. Siguió con su errática trayectoria, acercándose, como sin quererlo, a las canastas que se levantaban en el asfalto como una pobre parodia de una cancha de baloncesto. Allí, chiquillos adolescentes y jóvenes jugaban meclados, en pautas complejas que sólo un ojo entrenado podría discernir. Se quedó parado, en la banda, sin mirar a ningún punto en particular. Llevaba así un rato cuando un balón rebotado llegó mansamente a sus pies, cual perrito herido. Se agachó a recogerlo.



El público gritaba, jaleando a uno y otro equipo, parecía que el estadio estaba a punto de explotar. El marcador estaba uno abajo, la presión se podía palpar en el aire. Se desmarcó y el balón llegó a sus manos. Quedaban tres segundos. En suspensión, lanzó...


... y falló. Volvió a meter las manos en los bolsillos y retomó su marcha cansina.

domingo, 29 de junio de 2008

Thompson

 

 

 

     La noche era oscura, las pocas farolas de gas que estaban encendidas apenas permitían intuir las siluetas de las dos figuras que aguardaban a ambos lados de la puerta del garaje. Vestidos con trajes azules con raya gris y sombrero falnqueaban la entrada y ahuyentaban a los curiosos. La figura de la derecha, apoyada contra la pared y el sombrero calado hasta los ojos, no cesaba de lanzar una moneda al aire para recogerla con un rápido movimiento. Hubiera podido pasar por una estatua de piedra, excepto por el movimiento de su brazo derecho. La moneda a veces reflejaba la tenue luz de las farolas, con un destello que recordaba a la luz de un faro que avisa a los barcos que se alejen de allí. La otra figura, más baja, pero mucho más ancha, con el sombrero levantado, oteando el horizonte con sus pequeños ojos mezquinos, las manos en los bolsillos como quien intenta esconder algo.

 

 

     El bajito interrumpió la quietud tensa de la noche.

 

-Oye, pinzas, deja eso, me estás poniendo nervioso.

-Toro, macho, eres un cagao. No pasa nada. No va a pasar nada.

-¿Y si pasa?

-Si viene alguien, le das una toña y lo mandas pá casa. Y si no, tenemos métodos más expeditivos.

-Claro. Además, ¿quién se va a atrever con el Don?

-Claro.

 

Siguieron cada uno con su ritual de guardia nocturna, al ritmo del tintineo de las monedas lanzadas al aire. Pasó una eternidad. Algo interrumpió la rutina de los guardias. Un hombre se acercaba tambaleándose hacia ellos. No se veía bien en la oscuridad, pero parecía un vagabundo cualquiera, borracho y sucio, con la mente ya trastornada. Gritaba canciones soeces. Los guardianes intentaron ignorarlo, pero se les siguió acercando inexorablemente. "Pinzas" guardó la moneda y metió las manos en los bolsillos, tenso como una soga de patíbulo. "Toro" intentó ahuyentarlo, pero sólo consiguió que el vagabundo se echase en sus brazos, con un balbuceo incoherente. Mientras intentaba sacárselo de encima, el desharrapado comenzó a besarle, lo que provocó la risa del otro guardia. Entonces la mirada del extraño cobró intensidad y todo cambió.

 

   Toro se separó del presunto borracho, tambaleándose, dando dos pasos vacilantes hacia atrás, sujetándose el estómago con las dos manos. Se miró una mano, con la expresión de terror que sólo puede producir la visión de la propia sangre. La cara de Pinzas cambió, a la velocidad máxima que puede cambiar una expresión humana de la risa al pánico. Antes de que pudiera articular palabra, una sombra creció en la oscuridad, a su espalda, con una sonrisa de acero, que pasó a morder el cuello del hombre.

 

   Un segundo después había dos bultos en el suelo, y tres sombras, una de las cuales había pretendido ser un borracho. Sin dilación se dirigieron a la puerta del garaje y la abieron completamente. Durante un momento no pasó nada, pero a lo lejos empezó a escucharse el sonido de coches acercándose a gran velocidad. El ruido de las ruedas patinando se convirtió poco a poco en un estruendo que pronto se transoformó en tres coches negros que cruzaron la puerta a gran velocidad. Los coches iban atestados de matones, muchos iban en el exterior del coche, agarrados a las puertas y de pie.

 

    En el centro del garaje había una mesa en la que se estaba celebrando una importante reunión. Los allí presentes sacaron sus pistolas, pero desde los coches les acribillaron con metralletas Thompson. No tuvieron ninguna oportunidad. Los coches se abrieron y salieron los matones. En el garaje sólo se movía un cuerpo. Salió el último ocupante de los coches, el que iba más elegantemente vestido de todos y agarró al moribundo por las solapas.

 

-¡Tú! ¿Por qué...?

-Tsk, tsk, tsk. Billy, me has decepcionado, ha sido demasiado fácil. Preguntas ¿por qué? Es fácil, yo siempre pago mis deudas.

 

  Estiró la mano y uno de sus matones le dió su arma. Se levantó.

 

-Adiós Billy, nos vemos en el infierno.

 

 

   Un sonido como un trueno sin relámpago retumbo en la noche. 

Back?

 

 

    So des ka?

 

           Bueno se han acabado los exámenes  aquí estoy de nuevo, tras una pausa muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy larga. Quizá demasiado larga. Quizá el blog no se recupere jamás. No tengo ganas de escribir de momento.

 

 

    We'll see

 

 

miércoles, 4 de junio de 2008

The Calling of arms (part one)

Can you hear it?

The tolling of the iron bell calling their people to its knee.

I can hear the calling

The calling of arms

martes, 6 de mayo de 2008

Cascos Nuevos



Ayer me compré unos cascos nuevos. Así no me aburriré en el metro. O me aburriré menos. O podré escuchar esas canciones que de vez en cuando resurgen en mi cabeza. Y mucho más práctico que eso, podré intuir la radio en el fútbol (porque en realidad, es imposible escucharla con tanto ruido, a no ser que la pongas tan alta como para perforarte el tímpano).


Eso me hizo recordar, que cuando todavía iba al colegio, una profesora nos preguntó qué nos parecían las personas que iban escuchando música en el metro o en el autobús. Nos dijo que lo que querían era aislarse del mundo, por eso solían llevar la música alta. Después nos preguntó que qué podías hacer en el transporte público para no aburrirte. Además de leer, una de las propuestas era observar a la gente a tu alrededor. Recuerdo decirme a mí mismo que de mayor no sería de los de la música, y que observaría a la gente.


Creo que una de las primeras cosas que hice fue comprarme un mp3, para escuchar música. Eso sí, siempre lo más baja posible, para no dañar mis oídos y para no imponer mis gustos musicales a nadie (costumbre muy fea que cada vez es más común por estos lares). Además casi siempre llevo un sólo casco. Esto tiene un doble objetivo; primero, quedarme sordo como mucho de un oído y segundo no aislarme completamente de mi entorno. ¿Quién sabe la cantidad de cosas interesantes que pueden ocurrir alrededor? Además es práctico si alguien intenta llamarte de lejos o si algún coche te pita. Por otro lado no siempre llevo la música puesta.


Es cierto que observar a la gente alrededor, dentro de un autobús o de un vagón de metro, durante hora y media o dos horas al día es tedioso, y por eso tengo el mp3, pero a veces puedes ver a gente curiosa o quizá escuchar una conversación interesante. Quizá os suene muy raro o profundamente descortés, pero de vez en cuando encuentras una conversación que merece la pena.


Efectivamente, toda esa introducción ha sido porque hoy he escuchado una conversación muy interesante en el autobús. Después de esperar más de quince minutos y haberme arrepentido de no haber cogido el metro, por fin llegó al autobús. No llevaba los cascos nuevos, porque al lado de la carretera es imposible escuchar música, pensando en ponérmelos dentro del autobús. Había mucha gente y quedé situado al lado de dos asientos enfrentados. En uno iba un señor bastante mayor, pero no anciano. Trajeado y con corbata, calvo y un tanto regordete, con aspecto de profesor clásico de universidad. Enfrente, un señor al que todavía se le puede decir joven, vestido elegantemente, pero sin traje, delgado y con gafas, con aspecto de profesor moderno de universidad.


Estaba yo mirando la corbata del señor mayor, cuando acierto a oírle decir algo sobre una conferencia de Ortega y Gasset. La filosofía siempre ha despertado un poco mi curiosidad, así que me puse a escuchar con atención. Hablaba sobre "la concepción vitalista del ser humano", de que en realidad el ser humano se diferencia de los animales, no porque pueda pensar, sino porque puede crear. Usaba un lenguaje que no entendía del todo, pero mientras intentaba decidir si realmente me interesaba llegar a entenderle, el joven dijo que el ser humano se caracteriza también por el lenguaje, pero que es curioso como lo que provocó la creación del lenguaje era la necesidad de contar. Dijo que las matemáticas eran un lenguaje y poco más. Ciertamente las matemáticas son un lenguaje, pero algunos amigos míos se hubiesen molestado por lo de "nada más". El hombre mayor dijo que la distinción entre letras y ciencias era demasiado artificiosa, lo cual hizo que siguiera escuchando con atención.


Durante poco más de veinte minutos hablaron de educación, de la importancia de la curiosidad, de la sociedad moderna y su falta de tiempo, de lectura, de historia, de las celebraciones del dos de mayo, de política y de historia reciente como la RDA, o la revolución de Portugal. No os voy a aburrir con el relato de toda la conversación, ya que no me acordaría y no sería demasiado interesante. Quizá os lo podría haber camuflado como relato, para que mi capacidad para crear una conversación filosófica os dejase completamente aturdidos, pero no hubiera tenido mucho sentido.


¿Y todo esto por qué lo cuento? Primero para reactivar el blog, pero también porque me ha hecho pensar un poco. Es importante pensar, pero sobre todo pensar en cosas interesantes, no sólo en darle vueltas a tonterías. Además me recordaron que el que más tiempo tiene suele ser el que más cosas tiene que hacer.


Por otro lado hace poco pregunté a un par de personas que qué era yo, si listo o sabio, y todas respondieron que sabio. En realidad no creo que lo sea, pero sí sé que me gustaría llegar a serlo. Y para ello el primer paso es escuchar.


Hale.

miércoles, 16 de abril de 2008

It's been a while

 

 

   Hello Brethren!

 

           Hace algun tiempo que no me pasaba por aquí, y es que he estado muy ocupado. Podría decir que a partir de ahora escribiré asiduamente, etc., etc., pero esas cosas nunca se cumplen.

 

    Eso sí para compensaros os he traído un par de historietas de "nunca pasa nada".

 

 

     Botella de vino

 

            Este pequeño relato, completamente verídico, suele acabar acompañado de frases como: "tienes la sangre de horchata", "es que pareces un póster" ó "perdona, pero no te estaba escuchando".

 

            Ocurrió que estaba yo comiendo en casa, un domingo, junto con mi familia, en una típica comida de domingo en familia. Estábamos viendo la pésima serie de Flash Gordon, adaptación del cómic clásico homónimo. Yo estaba dando cuenta de mi filete, cuando de pronto mi padre derribó la botella de vino (abierta) sobre mi plato. El alcohólico líquido salpicó mi plato y me mojó la camisa y los pantalones. Luego siguió derramándose sobre mi plato y ex-esquisito filete. Lo normal en estos casos hubiese sido sorprenderse, dar un bote, intentar coger la botella, o, al menos, levantarla cuando empezó a regar mi plato. Pero no. No hice nada de eso. De hecho, no hice nada. Nada de nada. Me quedé mirando la botella, el tenedor con un trozo de filete en la mano, sin hacer nada, hasta que mi padré levantó la botella.

 

Público: ""tienes la sangre de horchata", "es que pareces un póster", "perdona, pero no te estaba escuchando"

 

 

    Ahora que aquellos que dicen que no vivo en este planeta tienen más argumentos a su favor, le toca el turno a aquellos que dicen que le doy mil vueltas a las cosas o que me las invento.

 

    Domingo por la tarde (¡el mismo dia! No me había fijado), tarde de fútbol. Mi padre ha quedado con un amigo antes del fútbol y éste se retrasa. Damos una vuelta por el centro comercial para hacer tiempo. Aburrido como estaba, vi que una chica con una gran mochila y un aspecto peculiar se acerca a un señor mayor que empuja un carrito de bebé y dice "¿Vamos a Merendar?" el señor dice algo, la chica sonríe y se va. Entonces se acerca a una señora y dice "¿Vamos a Merendar?". Ante esta conducta extraña me pongo a mirar muy interesado el escaparate de la primera tienda que encuentro, temiendo que la chica, bien una loca, o bien una loca integrante de algún grupo extraño, se acerque a mi con esa pregunta. Al rato compruebo que el peligro ha pasado. Siguiendo nuestro camino localizo una vez más a la chica de la mochila, esta vez en compañía de la señora y del señor que empujaba el carrito, sólo que ahora es la señora la que va con el carrito. Y es que a veces la imaginación nos juega malas pasadas.

 

 

   Eso es todo por hoy. See ya in the bright side of the moon

 

 

Cid: Vaya vaya, estamos graciosillos hoy. Y un poco egocentristas: yo yo yo yo....

Cid(2): Sí, ¿qué pasa? Es mi blog, al fin y al cabo...

 

(Esta era para los que dicen que estoy loco, jejejeje)

sábado, 5 de abril de 2008

Exploring 137

 

 

      Hacía mucho tiempo que quería hacer esto. Para ir a casa suelo coger dos autobuses, el 82 y el 133. Pero en algún momento al 82 se le cruza el 137. Tenía la sensación de que cogiéndolo iría más rápido a casa. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas, pero el miércoles por fin me decidí. Era de día y estaba de buen humor. Así que pensé en bajarme y estudiar el recorrido para ver si me llevaba a casa o relativamente cerca. No pude hacerlo porque el 137 venía a continuación, así que me subí sin tener ni idea da por dónde pasaría, aunque tenía dirección fuencarral, así que a la fuerza tendría que pasar cerca. El caso es que la jugada salió bien y probablemente repita recorrido.

 

      En realidad es una pena haberlo descubierto tan tarde. Recuerdo cuando en los primeros años me dedicaba de vez en cuando a explorar. Probaba rutas y caminos alternativos y era divertido. Exploraba por filosofía los bosquecillos a ver dónde me llevaban, iba al parque del meteorológico a ver que había. Muchas veces simplemente paseaba por allí. Quizá tenía más tiempo, me aburría más o era un poco solitario. Aunque no siempre era yo solo, recuerdo un día estupendo cuando entre cuatro amigos visitamos un montón de facultades de la ciudad universitaria. Lo pasamos en grande ese día.

 

    Ya casi no exploro, y ya poco tiempo me queda de exploración por la uni. Pero bueno. Os recomiendo hacerlo alguna vez (con cuidado) suele resultar divertido.

 

-- Go where  your toes led you

jueves, 3 de abril de 2008

Me encanta esta época del año

 

 

   Ya lo dije una vez, pero me encanta esta época del año.

 

      Ayer llegué a casa y... ¡era de día!!   Os puede parecer una chorrada, pero por lo general salgo por la mañana y vuelvo hacia las nueve todos los días de diario. Sí, viernes incluído, y no, no es porque me vaya por ahí, no, no, estoy en la escuela. Así que cuando ví que llegaba a casa de día me sentí estupendamente.

 

     El verano me gusta más, básicamente porque no tengo clase ni tengo que trabajar (aunque ese chollo llega a su fin) y porque podemos remolonear (ballenear) con los amigos y jugar. Por supuesto siempre se quedan el 90% de los planes en el tintero. Lo malo del verano es que es una alegría que muere lentamente, cada día más corto que el anterior. En cambio la primavera cada vez va mejor, cada día más argo que el anterior. Es una época positiva. Siempre que no tengas alergia claro.

 

   Un abrazo y no me odíeís los alérgicos!

 

PD: Sí, ya sé, no es la entrada oscura de siempre. Pero por lo visto soy de los pocos que las echan de menos

miércoles, 26 de marzo de 2008

Los viajes de Kai Randor 2

 

     Viaje decimotercero

 

     El viaje decimotercero de las crónicas de Kai se considera muchas veces como su primer viaje, ya que es el comienzo de sus verdaderas aventuras. Otros consideran este viaje como segundo, diciendo que el primero fue en el que perdió a su tío, lo que le convirtió en un hombre. Yo por mi parte quiero contar todas las expediciones llevadas a cabo anteriormente por él, aunque coincido en que el momento en el que empieza su aventura es este viaje.

 

     Este viaje no se conoce muy bien, ya que fue hace mucho tiempo y la mayoría de las fuentes directas han muerto o desaparecido. Además por lo visto con los años la memoria de Kai se hizo más frágil y mezclaba algunas cosas.

 

      La nave en la que había trabajado Kai desde su infancia llegó a Corusant por fin. Salió de ella con la sensación de perder un hogar. Se despidió de su capitán y se fue con un par de compañeros a buscar un lugar en el que alojarse. Encontraron una posada barata en una zona de los bajos fondos. En la capital bajos fondos tenía un significado muy literal. Cuanto peor el barrio, menor la distancia que le separaba del suelo. No era buena zona, pero como eran varios no tuvieron problemas. Alguno de ellos además conocía la ciudad y no dejó que les timasen.

 

    Pasaron unos días y sus compañeros encontraron trabajo rápido en otras naves mercantes. De él en cambio no se fiaban, debido a que parecía demasiado joven. Siempre le decían que buscaban gente con experiencia. Preocupado porque el dinero que tenía no le mantendría mucho tiempo, seguía buscando sin éxito. Además cada vez le daba peor espina la gente que le rodeaba. En general no tenía problemas para conseguir información, pero la zona le resultaba muy hostil. Además las veces que había indagado por sectores superiores había tenido encontronazos con la guardia.

 

    Entonces por fin encontró algo prometedor. Ya se empezaba a manejar con la gente del planeta. Por lo visto algún pez gordo estaba contratando mercenarios no se sabía muy bien con qué fin. Debía ser algo gordo si se les convocaba a una de las plazas más altas de la ciudad. No tenía demasiada experiencia como tirador, pero sí que era un excelente piloto para su edad, así que tenía buenas sensaciones. Grande fue su decepción cuando llegó a la plaza y la vió a rebosar de gente. La cola daba una vuelta casi entera a la plaza.

 

     Después de esperar un buen rato vieron que los guardias comenzaron a desarmar a los primeros de la cola. A algunos parecía que se los llevaban arrestados. Kai tenía su permiso en vigor, pero no sabía si existía alguna restricción especial por zona o algo similar. Nervioso, sin saber que hacer esperó a que le llegase el turno. Pero mucho antes de que llegase su turno los guardias cortaron la cola e instaron a los demás a moverse. Se acercó a uno de los guardias que hablaba con un alien con máscara. No se fijó mucho en lo que decían. Cuando el guardia le prestó atención intento engañarle diciendo que tenía que pasar porque tenía una reserva. El guardia le preguntó que dónde estaba ese pase. A Kai no le gustó cómo miraban a guardia algunos de lo que estaban  a su alrededor. Murmuró una excusa y se excabulló.

 

     Parecía que ya no podía hacer otra cosa que no fuera marcharse, cuando hubo algo de revuelo y los guardias salieron corriendo. Aprovechando la ocasión, se dirigió tranquilamente al final de la cola. Parecía que ya estaba todo encaminado cuando se oyeron disparos. Kai se agachó instintibamente. La gente de la plaza salió corriendo. Algunos de la cola también. En el fondo de la plaza los guardias mantenían un tiroteo contra una figura entre las columnas. Parecía increíble, pero los guardias no podían con él.

 

    Después de un rato abatió a un guardia y salió corriendo hacia un deslizador. En ese momento el que estaba a su lado en la cola, que resultó ser el alien con máscara que había visto antes sacó una pistola. Kai al verlo buscó un lugar en el que cubrirse de fuego cruzado detrás de una tribuna. El alien sacó un rifle. No funcionó así que sacó una pistola. Comenzó a disparar. Se oyó a un guardia ser alcanzado. Por lo visto el malhechor al que perseguían los guardias tenía buena puntería. Kai se asomó y vió como el alien le acertaba al individuo que intentaba huir. Casi cayó de la plataforma pero se agarró. Se levantó y el alien siguió disparando. El que se enfrentaba a los guardias cayó al suelo. Kai vió que acertó a otro guardia. Sabiendose acorralado el caído sacó algo de su cinturón y lo lanzó.

Por la explosión que le siguió era una granada de las grandes.

 

   Cuando se levantó el humo de la plaza Kai se levantó, desorientado. En cuanto le vieron unos guardias le dieron el alto. Se acercó a ellos y dejó que le esposaran, todavía sin saber que pasaba. Le condujeron a él y a otros tres individuos al ascensor del palacio de gobierno. Uno de ellos era el alien de la máscara. Los otros dos eran humanos, uno con una capa negra con capucha que le tapaba hasta la cara y el otro un hombre algo mayor y un poco sucio, equipado con cosas extrañas como una red o una cuerda.

 

    Cuando llegaron al ascensor éste se abrió y salieron dos figuras escoltadas. Debía de ser gente importante. Uno era un hombre mayor, vestido con ropajes muy caros. Ordenó que los soltaran a todos. Se presentó como el canciller Valorum y a su acompañante como el Caballero Jedi Windu. Les dijo que les daba el trabajo a ellos por haber sido los únicos valientes que se habían quedado.

 

    Subieron a su despacho y les explicaron algo de su misión. Debían apresar al grupo de terroristas conocido como el Mayal que intentaban atentar contra él. Les explicaron los detalles de la misión. Había dos lugares que los terroristas podían querer manejar o podían intentar atentar contra el canciller durante su discurso del día siguiente. A Kai no le convencía del todo. Le parecía demasiado peligroso. Pero no tenía otras alternativas. Cuando preguntó por la paga el canciller les prometió 1000 créditos en principio y luego recompensas oficiales. Ante la promesa de dinero Kai accedió, aunque hubiera preferido algo por adelantado.

 

        A Kai le desconcertaba hablar con tan altas personalidades así que se sintió aliviado cuando fueron hacia el primero de sus destinos. Aunque al poco rato se dió cuenta de que tampoco se sentía muy cómodo con sus nuevos compañeros. Estaba el alien de la máscara, que parecía de fiar, aunque Kai nunca había visto esa raza antes. De todos modos su tío siempre le enseñó a no fiarse de la gente que lleva rifles y menos si los usa en público. Luego estaba el tipo de la capa negra. Ese daba un poco de miedo. Tenía un nombre muy extraño y no dejaba de mirar al Jedi mientras lo tuvo delante. Además hablaba de una forma muy cortante. No quería tener problemas con ese tipo. Por último estaba el cazador aquel con su red, que ni siquiera les había dicho su nombre. Además tenía pinta de mercenario.

 

    Se acercaban por fin a su primer destino, una torre de control climático. El alien se había convertido en el líder de facto del grupo al ser él quien se comunicaba con el canciller por comlog. Era la mejor elección posible, aún sin haber elegido. Por algún motivo y pese a llevar máscara infundía confianza. Dieron una vuelta alrededor de la torre y vieron un ventana abierta. Se dividieron en dos grupos. El cazador y el de negro por el ascensor, los otros dos por la ventana. La sala de la ventana estaba vacía, no había nada sospechoso en ella. Se reunieron en la sala de control de la zona de la plaza. La puerta estaba cerrada así que Kai se puso a desbloquearla. Se colocaron en posición y abrieron la puerta.

 

    En la sala había cuatro individuos. Tres programaban y un cuarto salía de la sala por la ventana a un aerocamión que estaba allí. Antes de que pudiese gritar "alto" sus tres compañeros ya habían disparado. Dos de los sospechosos habían muerto. Kai disparó al que trataba de huir por la ventana, pero usando el modo aturdidor. Acertó de lleno y el individuo quedó inconsciente. El que quedaba, herido, saltó al techo del camión. Kai corrió hacia el aerotaxi que les había traido, pero el modo manual estaba desactivado, así que no lle dio tiempo a perseguir al camión. Cuando volvió vió que sus compañeros habían atado al que se había desmayado y le interrogaban con poco éxito. Al cabo de un rato llegaron los guardias para llevárselo y el grupo se dirigió al siguiente objetivo.

 

     Se acercaban a la torre de control de tráfico de la parte de la plaza. En la plataforma de aterrizaje había una familia de Greedos y una lanzadera. La lanzadera era Corelliana, pero estaba modificada. De la lanzadera salieron dos individuos sospechosos que miraron a los alrededores. El tipo de negro se dió cuenta y disimuló haciendo de guía turístico. Los individuos se acercaron a la torre de control cuando sus compañeros comenzaron a dispararles. Kai se fue al aerotaxi y comenzó a programar el modo manual. El alien de la máscara de algún modo disparó a un motor del taxi, pero todavía podía volar. Uno de los sospechosos cayó muerto. El otro, herido, mató al padre de los Greedos que estaban por allí. El cazador dió buena cuenta de él. O quizá fue el otro. Mientras el de negro se subió al aerotaxi y le gritó a Kai que siguiese a la lanzadera. Despegó como pudo, pero su compañeró destrozó el otro motor.

 

    Pudo ser una situación peliaguda, pero Kai hizo gala de su habilidad y aterrizó sin problemas. El alien de la máscara les gritó que cogiesen el aerotaxi de los greedos. Estos estaban tan conmocionados que ni se enteraron. Tardaron poco en poner el control manual, pero la lanzadera se les había escapado. Se dirigieron a toda velocidad hacia la plaza, pues el discurso iba a comenzar de un momento a otro. Tuvieron la fortuna de ver a la lanzadera que se dirigía de nuevo al control de tráfico. Una vez más Kai impresionó a sus compañeros, esta vez con un giro de 180º realmente rápido.

 

    Vieron a dos figuras correr hacia el centro de control. El de negro le gritó que aterrizase. Kai dijo que iban demasiado rápido pero el otro insistió. Kai no pudo hacer lo imposible, y la nave rebotó, pero su compañeró saltó, y con una voltereta se puso de pie y desenfundó su vibroespada. Kai sintió que  era uno de esos momentos en la vida en la que faltan unos aplausos. EN el segundo intento Kai aterrizó y sus otros dos compañeros dispararon a los que se dirigían a la torre. El de negro, no contento con su espectacular aparición corrió hacia la lanzadera y saltó para introducirse cuando la rampa casi se había cerrado y pulsó el mecanismo de apertura. Mientras sus compañeros habían acabado con todos los enemigos a la vista. Los tres corrieron a introducirse en la lanzadera. Cuando ls cuatro estuvieron dentro se escondieron entre la carga y dejaron que la rampa se cerrase.

 

 

    Los tripulantes fueron a ver que ocurría, pero no fueron descubiertos. Pronto Kai sintió la sensación familiar del oxígeno presurizado y la gravedad artificial. Tal vez sus compañeros estuviesen desorientados, pero para él era casi como estar en casa. Al cabo de un tiempo la nave se detuvo y la rampa se abrió. Cuando los tripulantes salieron Kai abrió la escotilla y fue hacia la cabina del piloto. Grande fue su sorpresa al ver dónde estaban: en el interior de una nave interestelar.

 

    Después de discutirlo con sus compañeros, decidieron salir a explorar (con dos #%$%nes, dijo alguno). Salieron y se encontraron otra lanzadera, pero que tenía las insignias de la república y estaba sin modificar. Cuando se abrió todos se escondieron donde pudieron. De la nave salió un Yedi, que les instó a salir de sus escondrijos. Dijo que le enviaba el consejo para hacerse cargo de la situación. Juntos se dirigieron al interior de la nave, pero el Yedi se detuvo en seco antes de cruzar la puerta del hangar. Durante un instante se mantuvo inmóvil. Parecía como si escuchase o tal vez olfatease el ambiente. Después dijo algo sin sentido parecido a "el lado oscuro es poderoso aquí". Entonces se dirigió al grupo y les mandó esperar. Encendiendo su sable láser cruzó el umbral. Para Kai era algo casi mágico. No muchas personas habían visto algo así. Pero tenía la sensación de que no sería ni mucho menos la última vez que vería algo así.

 

     Se oyeron unos ruidos, algunos gritos, disparos de bláster y un zumbido característico. Entonces la puerta se abrió de nuevo. El camino estaba despejado. Bajaron por unas escaleras y vieron naves de transporte. Pero eran diferentes a las normales. Serían para transportar algo sin vida, como mercancía o... robots. El Yedi les encomendó la tarea de seguir avanzando mientras él les cubría las espaldas. Se introdujeron por las puertas que se abrian a su paso hasta llegar a una puerta cerrada. Entre Kai y el de negro, que tenía un nombre curioso, algo como Norrin Rad, abrieron la última puerta.

 

     Al abrirla vieron a un par de Durosh hablando con una figura encapuchada por el holoproyector. Al ver al grupo se rindieron, pero no sin antes terminar la comunicación. Kai fue a comprobar la ruta de la nave, pero no consiguió entender la codificación. Mientras, el de la máscara interrogaba a los prisioneros y Norrin iba a buscar al Yedi. Mientras intentaba averiguar algo escuchó al jefe Durosh decirle al que le interrogaba que él era ese al que buscaba. Kai se giró, intrigado. Por el rabillo del ojo vió al cazador, que se retorcía en el suelo. Mientras se preguntaba qué le habría podido ocurrir llegó el de negro con el Yedi. Éste gritó: "¡No lo toques!" y Kai vió al cazador incorporarse y coger algo que había en el holoproyector. Entonces una luz intensa lo llenó todo. No se podía ver nada.

 

    Cuando Kai pudo volver a ver le pareció que los ojos le engañaban. Parecía que tenía un aura alrededor. Todos sus compañeros la tenían. Blanca, casi transparente, muy tenue, pero allí estaba. Excepto la del Yedi que era verde y claramente visible. Además le tenía como paralizado. Kai observó que el espacio que les rodeaba parecía haber cambiado mágicamente. ¡Además los Duros habían desaparecido! Entonces un impacto que sacudió la nave los sacó de su ensueño. Por la ventana se veía que una nave gigantesca disparaba al transbordador en el que se encontraban. El de máscara, que siempre era el que antes reaccionaba cogió lo que fuera que estaba en el holoproyector y entre dos arrastraron al caballero paralizado.

 

    La nave no paraba de moverse y Kai sabía que no aguantaría mucho. El hangar estaba en llamas y los tanques destrozados. No les quedaba tiempo. Atravesaron las escaleras, pero se partieron antes de que todos pasasen. El alien se quedó aislado. El cazador le tiró su sinthecuerda, pero se perdió. Norrin lo intentó de nuevo, con más éxito. Cuando por fin llegaron al hangar vieron que faltaba la nave modificada y que la otra estaba en llamas. El alma se les cayó a los pies, pero en seguida vieron las cápsulas de desembarco. Quedaban justo dos, con capacidad para tres pasajeros. Kai y el de  la máscara entraron en una y en la otra entraron el cazador y Norrin llevando al Yedi consigo. Por un momento la cápsula pareció no reaccionar, pero Kai hizo nuevamente gala de sus habilidades y la capsula se soltó por fin.

 

    Se dirigían a un planeta del que no sabían nada.

 

  

 

viernes, 21 de marzo de 2008

Der Bus

 

 

    Salía yo de clase, a las 20:30, hastiado y cansado por la asignación que me hacía salir tan tarde, pero contento porque comenzaba la semana santa. Mientras decidía si  estaba más cansado que contento o viceversa esperaba al autobús. No tardó mucho en llegar. Me subí al autobús y piqué el billete. Iba a seguir hacia dentro del autobús cuando oí que el conductor decía "¿que tal macho?" o similar. Miré en derredor (que tal macho y derredor nunca antes habían aparecido en el mismo párrafo) y ví que se dirigía a mi, ya que el otro único ocupante del autobús era una mujer.

 

   Durante el medio segundo que tardé en reaccionar decidí que hacer. Pensé que era obvio que se dirigía a mí, y que las opciones eran o hacer que no le había escuchado o darme la vuelta y hablar con él. Guiado por una curiosidad impropia en mí, y por no querer ser descortés me dí la vuelta y respondí. "Bien, bien. Cansado, pero bien...". Durante el breve trayecto que realicé a bordo del autobús el conductor y yo tuvimos una charla intrascendente. Que si era tarde, que si estudiar era mejor o peor que trabajar, que si a esa hora no había nadie... de lo que se puede hablar con el conductor del autobús al que no conoces de nada.

 

   Por último se ofreció a dejarme cerca de la otra parada, aunque no pertenecía a ese autobús. Se lo agradecí y el conductor se despidió diciendo "bueno majo, un placer haberte conocido". Me despedí y me alejé pensando "así es como los mayores se hacen amigos de los conductores; se los encuentran un día que estan aburridos. Llegué a la parada con la certeza de que no reconocería a ese conductor cuando lo volviese a ver.

 

   Os parecera que os he contado una chorrada, pero es para demostraros que no soy tan callado en el fondo.

 

 

Out of the corner of your eye

 

 

    Can't you see it?

 

    It's always there, you almost can see it, a glimpse out of the corner of your eye.

 

    Can't you hear it?

 

    It's always with you, breathing in your neck. Turn around and it's breathing in your neck again.

 

    Can't you hear it?

 

     Wordless, laughing without sound. Waiting for the time to come. Like the delicate sound of thunder.

 

      Can't you smell it?

 

       No, you can't. If it would had an smell it would the the worst in this world.

 

     Can't you feel it?

 

     Always there, waiting for the eyes. Without it nothing would be. With it, nothing will be.

 

     With a heartless heart, waiting to take your breathe away, just a heartbeat away.

 

      What? Just a momentary lapse of reason.

 

       I'm glad uncounsciousness rules our lives.

 

       WAKE UP!

 

        You open your eyes and stand up. You walk to the window to open it. The sun is bright, the wind is fresh.

 

    So you smile. And cry. 

 

PD.- Please, don't worry

miércoles, 12 de marzo de 2008

Los viajes de Kai Randor I

 

 

     Mucho se ha hablado y escrito sobre los viajes estelares de Kai Randor, pero son muy pocos los que saben de sus orígenes. Cuentan historias sobre él. Pocos conocen la verdad. Mucho se ha especulado sobre ello, teorías sobre un linaje real, debido a su apellido propio de la nobleza, teorías diversas sobre cómo fue su infancia. Las teorías más fiables sitúan su infancia temprana en el mundo de Aleraan. Sus infancia fue muy tranquila en la granja de sus padres.

 

    Hasta que sus padres murieron. No se sabe en que circunstancias, pero Kai tendría unos 10 años. Entonces su tío se hizo cargo de él. Su tío trabajaba a bordo de un transbordador especial, que transportaba mercancías diversas entre planetas. De esta forma se acostumbró a viajar por el espacio y se convirtió en un auténtico spacer. La tripulación estaba compuesta por individuos de diversas razas, así que aprendió a hablar el spacer con soltura. Durante los viajes aprendió a manejar la tecnología de abordo. Pronto destacó por sus habilidades manuales. Empezó ayudando a los técnicos de la nave a realizar pequeñas chapuzas hasta que adquirió algunos conocimientos avanzados de tecnología. Se convirtió rápidamente en el encargado del mantenimiento de los droides, ya que era el que mejor comprendía el lenguaje de pitidos de los droides

 

    No eran infrecuentes los ataques de piratas del espacio, y Kai aprendió a utilizar los cañones de la nave como uno más. Cuando se hizo algo más mayor le enseñaron a pilotar a ratos el crucero e incluso llevar las naves de descenso a realizar los intercambios. Aprendió también a regatear y a preguntar para encontrar piezas de recambio en el mercado negro, el precio que podían a llegar a alcanzar las mercancías que ellos vendían y demás información valiosa. Aunque no tenía un carisma arrollador, sí que tenía cierto talento para estos menesteres. Pronto aprendió a hablar Huttesse, que es el lenguaje que los traficantes ilegales manejan en el borde exterior. Gracias a esta habilidad se acabó encargando de las transferencias en Nar Shadda, que era el planeta donde la nave tenía su centro de operaciones. Kai y su tío tenían una casa allí, pero se podría decir que en realidad vivían en la nave estelar.

    

   La adolescencia fue un buen periodo para nuestro protagonista, pero acabó de pronto el día en que se hizo mayor de edad, cuando cumplió 16 años. Iban a entregar un encargo en el planeta de Tatuín. Al planeta bajaron la mayoría de la tripulación, Kai y su tío incluidos. Kai llevaba su atuendo habitual, con la capa para temperaturas elevadas, el cinturón de herramientas que iba siempre con él y las gafas de soldar en la cabeza. Por supuesto llevaba el blaster que le habían enseñado a usar para defenderse. De pronto unos asaltantes saltaron sobre ellos. Eran muchos y bien armados y organizados. Kai utilizó su blaster por primera vez, friendo a varios de aquellos ladrones. Pese a encontrarse en inferioridad numérica, la tripulación era veterana en su mayoría y repelieron el ataque, aunque a duras penas. Muchos perecieron y perdieron a los androides y parte de las mercancías. El tío de Kai murió durante el asalto. Además a los gobernantes del lugar no les hizo mucha gracia que las mercancías llegaran en mal estado.

 

    Durante un año lo que quedaba de la tripulación intento salir adelante, pero cada vez les iba peor y tenían menos encargos. Habían perdido a muchos tripulantes, a los droides y mucho dinero y no se podía contratar a más personal ni comprar droides nuevos. Así que el capitán y dueño de la nave, que era un Ithorian con malas pulgas, pero que para Kai era casi un padre, decidió ir a la capital de la república para vender la nave y retirarse. Algunos, entre ellos Kai, le acompañaron en busca de nuevas oportunidades.

 

   Y así es como comienza esta historia.

domingo, 2 de marzo de 2008

Ecooo

Ecoooooooo
eecoooooo
Sólo probaba, gracias.
No os preocupeís, volveré. Es sólo que el estilo del blogger me puede.
When I'm back we're gonna walk through the park every day

domingo, 17 de febrero de 2008

Mudanza accomplished

Bueno ya está. Faltan por importar las listas, pero eso con calma.

Ya no os podeís quejar de mí.


Nos vemos

"I see change, I see change, but everything reamains the same"

Forja

15 febrero 2008

Forja



En un principio está la piedra. El mineral bruto. Se extrae de la tierra y se empieza a limpiar y a pulir. Poco a poco, sin prisa. Llegando al corazón del metal. Transformándose quizá en lingotes o en barras. Algunos serán más limpios, otros tendrán aleaciones, todos presentarán diferentes propiedades, aunque son lo mismo, materia prima, esperándo a ser forjada.

Entonces comienza el proceso. Poco a poco. Golpe a golpe, en el yunque, tomándo forma. Primero se aplana a martillazos, luego se lima, luego se dobla, luego se lima, se martillea otra vez. Es un proceso muy largo y costoso que no se puede acelerar. Debe durar lo que debe durar. Puede que se retrase o se adelante un poco, pero el trabajo está ahí. A veces puede que el herrero se arrepienta del camino que ha escogido y cambie el objetivo.

Y de pronto un día la herramienta está acabada. Puede ser una espada, una maza, una lanza. Quizá un martillo o unos alicates. Una llave inglesa o un destornillador, un mayal o un mangual. Todas con diferentes funciones, pese a que son lo mismo, metal. Entonces están acabadas y deben a empezar a desempeñar su función. Las espadas cortarán cabezas, los martillos clavarán clavos, los alicates los sacarán.

Ahora escucho al herrero dando los últimos toques, puliendo los últimos detalles. Después de toda una vida de forjado la herramienta se acaba. Es lo que es y no otra cosa. Ha perdido potencial para ganar definición. Se acerca la hora en la que la espada saldrá a la batalla. Pensaba que las espadas no podían tener miedo.

Plenilunio

07 febrero 2008

Plenilunio

-Ya veo. Las naves flotan al nivel preciso para no estrellarse contra las demás. Pero no entiendo el control lateral.
-Mira, ¿ves aquella gran pirámide de cristal? Es el núcleo del sistema Plenilunio. Lo controla todo. El control horizontal por supuesto, pero también el lateral. ¿Ves la curva en horquilla? Tiene cinco carriles. Si hay cinco naves se encarga de que cada una vaya por un carril separado, como si hubiese un muro sólido entre carriles. Pero esto es muy costoso y provoca que las naves tengan que aminorar mucho, lo cual es malo para las carreras. Así que nuestro tetraedo maestro sabe cuántas naves pasan a la vez y adapta los carriles.
-Muy interesante. Pero todo este sistema requerirá una precisión enorme.
-Sí, mucha. Pero la pirámide se encarga de ello. Tiene un calibrador que proyecta cinco haces de luz en el cielo, fíjate. Si todo es correcto la imagen proyectada es un pentágono con un punto en el centro. Es incluso hermoso, ¿no crees? Bueno, si el sistema se ha descalibrado el pentágono no será regular y el punto se convertirá en un agujero. Entonces se recalibra el sistema.
- ¿Y eso cómo es?
-Muy fácil. El agujero es un portal a otra dimensión, a otro universo si lo prefieres. Entonces cogemos nuestro mundo y lo pasamos al siguiente universo, recalibrando en el proceso lo que haga falta. También podemos hacer cambios arbitrarios. Por ejemplo, para la primera transición voy a poner el prisma en el único punto en el que se ve la luna durante las cinco semanas del mes.
-¿Y durante la Luna Nueva?
-En esa semana se ve el reflejo de la Luz Lunar en el horizonte, se ve una línea de luz en el mar.
-Interesante.
-Ese punto solía estar detrás del ayuntamiento, y se veía en el balcón del Plenilunio. Pero lo voy a trasladar. Me parece más adecuado.
-Me parece bien.
-Ahora está bien calibrado, pero el proceso se puede forzar para ver los cambios que hemos realizado. ¿Quieres que haga la iteración?
-Me encantaría.

Excalibur

02 febrero 2008

Excalibur

Si una imagen vale más que mil palabras, esto valdrá más que 4minx60s/minx25campos/sx1000 = 6 millones de palabras

The King is Gone But It's Not Forgotten

23 enero

The King is Gone But It's Not Forgotten



El Rey ha muerto. Viva el Rey


Adiós, Luz que iluminaba nuestros Corazones.

Now, 23

16 enero 2008

Now, 23

Day 16: you're 23.
And? Nothing has changed. Not so very much.
Y tengo todo lo que podría pedir.
Eso sí, tengo la sensación de que a mis 23 años sigo siendo sólo un niño que quiere jugar...

A Passion Play

15 enero 2008

A Passion Play

Aterrada, la joven bajó las escaleras todo lo aprisa que pudo. No podía correr para bajar aquella enorme evscalera de madera, testigo mudo de multitud de generaciones. Además tenía ocupadas ambas manos, una sujetaba un candil para iluminar su huida en la oscuridad de la casa, la otra mano recogía como podía la larga falda del amplio llevaba un amplio vestido que llevaba puesto. De pronto, un ruido. La muchacha se paró en seco, temiendo haber sido descubierta. Entonces una sombra pareció cobrar forma y apareció un hombre armado con un cuchillo. La chica, paralizada por el miedo no reaccionó y el se acercaba a ella, puñal en ristre cuando...

-¡Un momento, un momento!

El director se levantó interrumpiendo el ensayo. Los actores que se encontraban en la escalera abandonaron sus posturas extrañas y dejaron el rostro de sus personajes a un lado, volviendo a ser actores por un momento.

-Vamos a ver, Lauren, cuando el desconocido se abalance sobre ti, debes estar más aterrada. Y en cuanto a ti James, procura...

Entre bambalinas el productor contemplaba extasiado el ensayo general. Es curioso que un productor esté extasiado ante una cosa así. Normalmente en situaciones parecidas los productores están temblando, pensando que al día siguiente pueden estar en la ruina o llenos de gloria. Mucha fe debía de tener en esta obra. Aunque en realidad esto no es así.

El productor era un personajillo rechoncho y no muy alto, embutido en un traje de rayas que había adquirido con la esperanza de que le hiciese parecer más estilizado. Podría ser una persona desagradable, pero ese aspecto cómico que tenía que recordaba a un balón de playa hacía que a todos agradase. Viendo la obra se frotaba las manos. Realmente parecía contento. Disfrutaba con la actuación. De vez en cuando soltaba retahílas de adjetivos para demostrar su aprecio por la producción.

Al lado del productor. se erigía un hombre de edad avanzada, pero que todavía no puede considerarse como viejo. Estaba en buena forma, y nadie se habría imaginado su edad si no fuera porque tenía el pelo de la cabeza y del bigote completamente cano. Llevaba un bastón que sostenía elegantemente, no dejaba que el bastón fuera el que le sostuviese a él. Si realmente le hacía falta para caminar lo ocultaba muy bien. Con gesto ausente se mesaba los grandes mostachos blancos, acabados en rizado hacia arriba, que por lo visto daban un aire muy señorial, completando así una figura muy cuidada y diseñada para imponer respeto y admiración.

-¡Oh! ¡Magnífico, sublime! ¡Increíble, maravilloso! ¿No le parece a usted que será un gran éxito, señor maestro ingeniero?

- Puede ser.

- Me encanta su sistema de tramoyas y de escenografía no podía ser más perfecto, ¿no le parece?

-No.

Obtener una respuesta de una pregunta así no suele ser buena señal. O al menos eso pensó el productor. Dirigió una mirada inquisitiva por encima de sus gafas de media luna al ingeniero-jefe, mientras su rubicundo rostro iba enrojeciendo por momentos.

-Mire, señor productor, este sistema dista mucho de ser perfecto. No es malo, es cierto, y tiene ventajas, como por ejemplo dar soporte a escenarios grandes y espectaculares como este. Además puede mover piezas grandes, como la escalera de madera que ha colocado en medio. Pero si algo le falla al sistema Tadeau es que es poco flexible y se lleva mal con los sistemas de luces. Mire allí arriba, ¿lo ve?, casi no hay sitio para los focos y estos han de estar fijos, no se pueden usar efectos de luces. Aunque el sistema Tadeau es fiable, es poco manejable y muy lento. Ahora existen otros sistemas mejores en la mayoría de los aspectos, y más baratos. Eso sí, el Tadeau no falla casi nunca y es seguro para los actores. Pero otros sistemas también le ofrecerían eso.

Mientras el ingeniero hablaba, el productor se iba poniendo más y más rojo, adquiriendo por momentos el aspecto de un tomate en un traje.

-¡Eso es inaudito!¡Me ha engañado usted!¡Me prometió que tendría el mejor sistema posible!

-No es cierto. Yo no le prometí tal cosa. Únicamente le garanticé un buen sistema.

-¿Pero por qué?¿Por qué me hizo instalar este sistema, si sabía que los había mejores?¿Acaso se lleva comisión?¿O disfruta viéndome perder dinero?

-Nada de eso. Digamos que se lo debía a un viejo amigo, que no pudo ver su invento. Era para saldar una deuda poética.

El caballero de los grandes bigotes se marchó, dejando al productor a punto de estallar por la ira. Salió por un lateral del escenario, dirigiéndose a la platea. Bajó al patio de butacas y de pronto lo vio, un rostro que habría reconocido entre un millar, pese a haber pasado muchos muchos años desde que lo vio por última vez. Su cara había cambiado un poco, se había vuelto más seca, más arrugada y se había dejado bigote. Su pelo era gris, pero un gris sucio, no el gris cano que el maestro ingeniero lucía con orgullo. Parecía que la vida no le había tratado también como al ingeniero-jefe.

-¡Tiborosky!- El rostro familiar se volvió hacia él. Al principio no lo reconoció, pero cuando lo hizo un brillo de alegría apareció en unos ojos negros muy, muy cansados.

-¡Pero si es el pequeño Deckard!¿O debería decir el insigne maesto ingeniero D. Ensbox?

-Eso sólo para los extraños. Para los amigos siempre seré Deck. Aunque pasen mil años.

-Y ciertamente han pasado mil años, hermano.

-Los años no te han tratado muy bien, Tibo.

-En cambio a ti parecen haberte dado lo que te merecías. Mírate, eres todo un hombre respetable. Ingeniero-Jefe, Maestro Ingeniero, Capitán de los Ingenios... ¿hay algún título que no te hayan dado todavía?

-No me puedo quejar, cierto. ¿Y a ti cómo te va?

- Pues ahí sigo, ya casi retirado, pero aún hago algún trabajillo para la hermandad de Ingenieros. Nunca he querido ser un pez gordo cómo tú.

-Tú libre hasta el final, ¿eh Tibo?

-Puedes jurarlo.

Por un momento se quedaron mirándose el uno al otro, intentando saber quién envidiaba más a quién. También intentaban recordar cuándo fue la última vez que se vieron y por qué no se habían vuelto a ver.

-Nos encontramos después de tantos años...Ojalá estuviese aquí Wences. Como en los viejos tiempos...

-Eso me recuerda... Mira, está es la razón por la que vine a buscarte.

Tibo le alcanzó un periódico del día, con una página señalada. Leyó el artículo. En él explicaba que unos investigadores habían encontrado restos de insectos en la caja original de los planos maestros de AQUALUNG BRICK, conocida como la obra maestra de la ingeniería moderna, descubierta hace casi 50 años. Por lo visto habían conseguido demostrar que el insecto en cuestión sólo existía en un lugar en concreto del mundo; España.

-España... justo como pensábamos. Esto confirma muchas cosas.

-Sí, Deck.

-Es lo que pensábamos. Tu y yo, en el fondo, lo sabíamos.

-Y que poco sabe el mundo.

-Sí.

-En fin me tengo que ir. Espero que no tengan que pasar otros veinte años para que volvamos a encontrarnos.

-Claro que no.

-¡Salud, hermano!

-Adiós, Tibo.

Cuando su amigo se fue, el maestro ingeniero salió y empezó a vagar por las calles. Hacía un frío cortante, pero casi no lo sentía. Tenía la sensación de que no volvería a ver a su viejo amigo. Casi sin darse cuenta llegó al punto medio del puente que se alzaba sobre el gran río que dividía la ciudad. Contempló sus azules aguas.

-Esto me trae tantos recuerdos...

El cielo es azul

12 enero 2008

El cielo es azul

El cielo es azul
Tal vez no lo puedas notar
No está mal
Usar la imaginacion
y así ver
más de lo que hay a tu alrededor
Mira
Y dime si lo puedes ver
escucha
Más alla de lo que puedes ser
Y dime si puedes ver
lo
si puedes ver
lo
puedes ver
lo
puedes ver
lo
ver
lo
Escucha con los ojos
oye con el corazón
a ver si ves a lo lejos
y descubres lo que permenece oculto a la razón
Y seguiremos aquí
esperando sin dormir
hasta que por fin
veamos lo que hay que sentir

PD.- En castellano es mucho mucho mucho más difícil

Haunted Maze

05 enero 2008

Haunted Maze



Look Closer

Blogs Congelados

23 diciembre 2007

Blogs Congelados

Mucho tiempo sin escribir. Es cierto. Os pido perdón a mis fans incondicionales. Pero es que últimamente no sé qué puedo escribir. No he estado muy centrado últimamente. Mis pensamientos y mi energía están en otra parte. Lo malo es que parece que es una tendencia continuista, pero me esforzaré para que me echeís menos de menos.
Aun así es poco y poco trascendente lo que puedo escribir aquí hoy. Pero tengo que escribir. Porque he estado mirando los blogs que suelo visitar y están bastante inactivos. ¿A qué es debido esto? ¿Acaso es el fin de la web 2.0 y las redes sociales? No, no creo que los gigantes de internet lo permitan. Parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para tomarse un descanso. Esto tiene que significar que diciembre es mal mes, que todos estamos muy ocupados o muy distraidos.
Bueno que sepaís que sigo vivo, aunque ciertamente algo aturdido.
En fin
Y con esta entrada tan átona me despido
Hasta pronto

Flor de Invierno

09 diciembre 2007

Flor de Invierno

La rosa de los hielos (Rosaceae Invernaleae) es una de las flores más raras del mundo. Esta flor particular sólo crece en invierno, mientras que las demás flores lo suelen hacer en verano. Normalmente se puede encontrar en parajes nevados o helados. En ocasiones se pueden encontrar ejemplares atravesando capas de hielo sólido, de ahí su nombre.
Su aspecto es similar al de la rosa común (Rosacea Canis), pero de color blanco. Se diferencia de la rosa común en que no se presenta en forma de enredadera o de arbusto. Cada flor nace sola, en medio de la nieve, nadie sabe explicar por qué. No se tiene certeza de cómo llegan las flores a parajes alejados de sus congéneres ni se sabe cómo pueden llegar a encontrarse unos a otros. Hay multitud de teorías, como que son las aves migratorias o los animales de mayor tamaño los que las ayudan en estas tareas, pero no es una explicación satisfactoria, ya que estas flores aparecen en lo más crudo del invierno cuando los mamiferos hibernan y las aves ya están en el sur. Siempre quedará el misterio.
La rosa de los hielos es muy apreciada por su rareza singular y su belleza. Dado que crecen solas y tienen el color de la nieve es muy difícil localizarlas y se encuentran de una a una. Tienen aspecto frágil, pero sobreviven allí donde nada más crece, abriéndose paso a través de hielo y nieve, soportando tormentas y heladas y nunca desfallece. No tiene espinas, pues no tiene enemigos naturales, a no ser que contemos los pocos botánicos lo suficientemente atrevidos para embarcarse en su búsqueda. La flor está perfectamente adaptada a su entorno. Puede incluso a llegar a congelarse en los momentos más fríos para luego volver a florecer.
Así que ya saben; la próxima vez que caminen por un paraje nevado parense un momento a contemplar el paisaje helado. Piensen que tal vez, escondida a la vista, se encuentra una de las maravillas del mundo, la Rosa de los Hielos.

Star

18 noviembre 2007

Star

And someday the star will shine for you.

star

Wow

17 noviembre 2007

Wow

Vaya.
No me lo creo todavía.
:D
--- Forever is just a minute to me
James Blunt, I'll take everything

Uroboros

15 noviembre 2007

Uroboros

Uroboros, the snake biting his tail.
Again and again.
Always the same.
I cannot believe it.
uroboros

Juegos

11 noviembre 2007

Juegos

A todos nos gusta jugar. Es natural. Jugar hace que te sientas bien, que te olvides de las cosas que te preocupan. Tal vez te suponga un reto o un desafío interesante. Tal vez simplemente te posea el afán de demostrar algo a los demás o el merohecho de jugar. Pero a veces jugamos cuando no debemos. a veces metemos a la gente en juegos sin sentido o no nos tomamos en serio las cosas que importan. No siempre se puede estar jugando. Siempre llega un momento en el que debemos darnos cuenta que el juego se ha acabado. Hemos de ponerle un final. Y lo malo es que no nos damos cuenta cuándo llega ese momento. De hecho, pocas veces nos damos cuenta de que realmente estamos jugando. Y es que nos cuesta distinguir el juego de la realidad.
Jugar esta bien, pero debemos recordar que en la vida hay mucho más que el juego. La vida no es un juego, aunque a veces nos parezca que sí. Muchas veces jugamos y no nos damos cuenta. Jugamos y pensamos que no pasa nada. Estamos acostumbrados a que lo que pasa en el mundo del juego ahí queda. Normalmente cuando jugamos somos otra persona. Un troll, un asesino, un soldado y hacemos cosas que nunca haríamos de verdad. Pero el problema viene cuando no somos capaces de definir todo claramente. Pero somos responsables de lo que hacemos. ¿Somos responsables de lo que hacemos mientras jugamos?, probablemente no. Aunque no me sorprendería que empezaran a juzgar a la gente por comportamientos en el mundo virtual. Muchas veces nos confundimos y no recordamos que somos responsables de lo que hacemos aquí fuera.
La vida no es un juego. Pero también jugamos en la vida real. Y no tenemos cuidado. No recordamos qu elos demás están ahí, y que podemos hacer mucho daño. No son agentes de la IA, son jugadores, como nosotros, aunque casi nunca los jugadores han pedido entrar en el juego. Juegas aunque no quieras. Pero no, la vida no es tal. Las cosas son más serias que eso. Todo lo que hacemos no tiene vuelta atrás. No podemos guardar antes de acometer una tarea fundamental y cargar en caso de fracaso. No tenemos truco para vidas infinitas. De hecho sólo tenemos una vida, y ningún continue. No hay forma de volver a empezar. Ese es un concepto que cuesta comprender, acostumbrados a jugar una y otra vez.
Y lo que hacemos permanece y tiene consecuencias, no vale apagar la consola y olvidarlo todo. No hay botón de reset. Lo hecho, hecho está. Recuérdalo siempre.
Y cuando jugamos con alguien podemos hacer mucho daño. Porque en un juego las patadas las recibe un muñeco, pero en la vida las heridas duelen. Y a veces no se curan o dejan cicatriz. ¿Por qué? ¿Por qué jugamos con los demás? ¿Es divertido? ¿Será acaso porque tenemos miedo de las cosas de verdad? ¿Le tenemos miedo a la realidad? O tal vez no nos conformamos con lo que queremos y siempre apostamos, para ganar más. Porque en la vida el juego es más como el casino, lo que has perdido no te lo vuelven a dar.
Aunque los videojuegos tienen una ventaja sobre la vida, y es que avisan cuando se han acabado.
Y es que, de vez en cuando, en la vida, deberíamos ver este cartel:
game_over
Lo siento
¿No te ha dicho nunca nadie que con las cosas de comer no se juega?
--- I wish I could create myself
a cold machine, designed to help
not always hurting---
James, English Beefcake

I cannot see

09 noviembre 2007

I cannot see

I would really like to be able to shout "the path is clear" but my eyes cannot see it.
Everything is dark. The road has been buried for my sight. I cannot see anything. Where am I? Much mor important: where I was going to? Where I want to go?
There is no path without goal. All the roads aren't headed to Rome, every road is headed to somewhere. I am going nowhere.
I am lost. Lost in the night of the city, where everything is lamp-lighted, everything but the real life. Standing out there, staring at the dark sky. I cannot see the stars, covered by the smoke of our hearts, although I can hear the worlds collide.
I do not know where to go now. When lost, we are told to stop and wait for someone to find us. But sometimes it happens to be found by many people. Each of them will tell you different ways. And you are now even more lost. There has to be somewhere else.
I can feel the time passing at me. It looks at me saying "come on, catch me. Do not let me go! I just keep walking in circles. I need to sit down. I need to breathe, I need to think. I need to empty mi mind. I need to remember where I am, remember where I was going to. I have to stop. I cannot hear myself. Who was I? Who am I?
I cannot see me. I think I can hear someone calling me inside. Maybe there's someone trapped inside me. I need to hear, I need to know.
Just me. It has to be me. I am locked here in the streets. I am prisioner of the world. Maybe I just need to find home. I have to find somewhere safe to sleep.
I cannot hear me. I have to find somewhere quiet to hear me. I am lost in the maze of Me.
Where's my wallet? I think there something may tell me who I was supposed to be. No. Just a name. It brings me some memories, nothing more.
It is starting to be quiet out here. Where is my home? Am I looking for home or am I looking for a new place? Or both?
It is getting darker than black. I will be forgotten.
Maybe this is what I need. I need somewhere to think somewhere to find out.
I can feel time passing me by, painfully. I cannot stand it anymore. I am so terrified that I cannot do anything to stop it. I am paralized.
Trees covering the woods?
I am watching me leaving, everything is quiet. I hope I understand it. White horses running through the forest. Their breathe is getting solid. I may be hearing a shout. What are you doing?
You should leave the city, leave Vegas at once. Too much light, too much noise. Too much people too many things happening at the time. You need to stop the clock. No matter what you're thinking about. No matter what they said or do. It is time for listening me breathe. You have to make a break. Stop. Think. You are low on staminna. I know, I know, you were used to run without rest. You did not need to look behind you. You did not need to close your eyes and sleep. I know. But you need it now.
YOU NEED TO CLOSE YOUR EYES TO SEE
------ The path is clear though no eyes can see
Genesis, Firth of the fifth
-----I’m not calling for a second chance
I’m screaming at the top of my voice
Give me reason, but don’t give me choice
Cause I’ll just make the same mistake again
---James Blunt, Same Mistake

Again, and again the post of every year

 Aunque el blog esté cuasi abandonado, creo que merece la pena hacer el post de todos los años. Al menos uno, que luego siempre es interesan...