domingo, 14 de septiembre de 2008

Objetos Perdidos

      Seguro que todo el mundo recuerda alguna sección de objetos perdidos. Probablemente podría decir que son salas mágicas, llenas de encanto, en la que se reunen una miríada de objetos de procedencias desconocidas, todos ellos rodeados de misterio. Podría decirlo, y me sentiría un poco más cerca de mi parte lírica, esa que se regodea en grandes palabras como "miríada" o "regodear", y en metáforas oníricas y sin sentido. Podría hacerlo y quizá me ganase a alguno de mis (cuatro) lectores. Podría, pero estaría mintiendo.

      Cuando pienso en objetos perdidos me acuerdo de aquella sección que estaba debajo de las últimas escaleras del colegio. No lo recuerdo exactamente, pero sé que en un principio no tenían puerta. Recuerdo aquella sala, con un cubo de basura lleno de partes de equipaciones de educación física del colegio, y poca cosa más. Quizá algún cuaderno, algún estuche o algún juguete pero eso no lo puedo recordar. Lo único que recuerdo es la sensación de angustia de perder algo y tener que bajar a objetos perdidos a buscarlo. Nunca estaba. Removías todo lo que había allí y nunca nada. Nada.

      Yo creo que me han marcado bastante un par de cosas que extravié cuando era pequeño. Una fue una mochila de Nintendo que perdí, yo creo, en primero de primaria. Hace tanto de eso que casi dudo de que existiera. Otra cosa que perdí fueron todos los libros de un curso. Quizá sexto de primaria. Me los traía a casa los últimos días de clase y desapareció la bolsa. La recuerdo perfectamente. Era de "El horno de Mamá Tina, una tienda de comida para llevar que había en la Vaguada. No podía ni oír hablar de ella. Nunca me he alegrado tanto de que cerraran algo.

      También recuerdo la sensación de culpabilidad de coger alguna parte de equipo de gimnasia que no era mía para sustituir la que había perdido. No olvidaré aquella chaqueta que cogí que sería un par de tallas más grande que la mía.

      Aunque la verdad es que una vez encontré algo. Bajé a objetos perdidos porque iban a tirar todo lo que quedaba en objetos perdidos para ponerle una puerta y dejarlo arreglado. Fui sólo por si acaso. Debía estar en la ESO, quizá en 3º. Eché una ojeada y vi algo en el suelo. Encontré un llavero. Era un dibujo de un bolígrafo. Estaba muy viejo y rayado. No sé por qué, pero lo ví y supe que era mío. No recordaba que existiese, pero era del estuche que me acompañó hasta 6º de primaria. Lo había perdido en 1º. Fue muy raro. Otra cosa extraña es que ahora mismo no sea capaz de encontrarlo. Me hace dudar hasta de mí mismo. No es propio de mí dejar escapar algo así, algo que he encontrado después de tanto tiempo.

      Otra cosa que dejé escapar fue el tablero de chapas de mi padre. Mis padres han tirado muy pocas cosas en su vida, y eso hace que me duela más haberlo perdido. Lo único que han tirado ha sido el tablero en cuestión y los apuntes de primaria míos y de mi hermano. El tablero era de , aproximadamente, 90x120 cm. Mi padre lo había pintado de verde y puesto las líneas de un campo de fútbol para jugar a las chapas en él. Era algo que había hecho de pequeño y estaba muy bien. Mi hermano y yo también jugamos en él. Era genial. Además ahora me valdría para jugar al Warhammer. Pero lo perdí. Pude haberlo salvado dos veces. Pero no lo hice.

      Me da pena. Pero no pasa nada. Las cosas hay que dejarlas marchar. No te puedes encariñar demasiado con las cosas materiales. Las cosas vienen y se van. Y quizá un día lo pierdas todo.

      De todos modos, si existiese un sitio donde se guardasen todas las cosas que has perdido, y te dejasen llevarte una, sé que no cogería el tablero.

3 comentarios:

  1. y ¿qué cogerías? :P yo rescataría mi estuche de las plumas de tinta de colores que perdí en el instituto! un beso

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  2. No cogerías el tablero? Dsps de la tabarra q te di, no cogerías el tablero? Hum... Yo he perdido montones de cosas a lo largo de mi vida. No sé cual cogería de la sala de objetos perdidos. Tal vez una mochila marrón, un colgante en forma de bala q me hizo un amigo, un collar de abalorios preciosos que perdí en California o puede que una caja de papilla donde guardaba todas las joyas de juguete que tenia con 5 años. Probablemente recuperaría la última :)

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  3. Acabas de recordarme que debería dejar marchar mis cartas Magic. Por mucho cariño que las tenga, solo me acuerdo de ellas cuando sale el tema, y nunca las uso (hará más de 2 años que no juego). A ver si un día me acuerdo y te las llevo para ver si interesan o deberían ir a la basura directamente (no tanto, eso jamás xD).

    Si yo entrara a ese Objetos Perdidos rescataría tiempo. Pero dudo que lo encontrara ahí.

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 Aunque el blog esté cuasi abandonado, creo que merece la pena hacer el post de todos los años. Al menos uno, que luego siempre es interesan...