Mucho se ha hablado y escrito sobre los viajes estelares de Kai Randor, pero son muy pocos los que saben de sus orígenes. Cuentan historias sobre él. Pocos conocen la verdad. Mucho se ha especulado sobre ello, teorías sobre un linaje real, debido a su apellido propio de la nobleza, teorías diversas sobre cómo fue su infancia. Las teorías más fiables sitúan su infancia temprana en el mundo de Aleraan. Sus infancia fue muy tranquila en la granja de sus padres.
Hasta que sus padres murieron. No se sabe en que circunstancias, pero Kai tendría unos 10 años. Entonces su tío se hizo cargo de él. Su tío trabajaba a bordo de un transbordador especial, que transportaba mercancías diversas entre planetas. De esta forma se acostumbró a viajar por el espacio y se convirtió en un auténtico spacer. La tripulación estaba compuesta por individuos de diversas razas, así que aprendió a hablar el spacer con soltura. Durante los viajes aprendió a manejar la tecnología de abordo. Pronto destacó por sus habilidades manuales. Empezó ayudando a los técnicos de la nave a realizar pequeñas chapuzas hasta que adquirió algunos conocimientos avanzados de tecnología. Se convirtió rápidamente en el encargado del mantenimiento de los droides, ya que era el que mejor comprendía el lenguaje de pitidos de los droides
No eran infrecuentes los ataques de piratas del espacio, y Kai aprendió a utilizar los cañones de la nave como uno más. Cuando se hizo algo más mayor le enseñaron a pilotar a ratos el crucero e incluso llevar las naves de descenso a realizar los intercambios. Aprendió también a regatear y a preguntar para encontrar piezas de recambio en el mercado negro, el precio que podían a llegar a alcanzar las mercancías que ellos vendían y demás información valiosa. Aunque no tenía un carisma arrollador, sí que tenía cierto talento para estos menesteres. Pronto aprendió a hablar Huttesse, que es el lenguaje que los traficantes ilegales manejan en el borde exterior. Gracias a esta habilidad se acabó encargando de las transferencias en Nar Shadda, que era el planeta donde la nave tenía su centro de operaciones. Kai y su tío tenían una casa allí, pero se podría decir que en realidad vivían en la nave estelar.
La adolescencia fue un buen periodo para nuestro protagonista, pero acabó de pronto el día en que se hizo mayor de edad, cuando cumplió 16 años. Iban a entregar un encargo en el planeta de Tatuín. Al planeta bajaron la mayoría de la tripulación, Kai y su tío incluidos. Kai llevaba su atuendo habitual, con la capa para temperaturas elevadas, el cinturón de herramientas que iba siempre con él y las gafas de soldar en la cabeza. Por supuesto llevaba el blaster que le habían enseñado a usar para defenderse. De pronto unos asaltantes saltaron sobre ellos. Eran muchos y bien armados y organizados. Kai utilizó su blaster por primera vez, friendo a varios de aquellos ladrones. Pese a encontrarse en inferioridad numérica, la tripulación era veterana en su mayoría y repelieron el ataque, aunque a duras penas. Muchos perecieron y perdieron a los androides y parte de las mercancías. El tío de Kai murió durante el asalto. Además a los gobernantes del lugar no les hizo mucha gracia que las mercancías llegaran en mal estado.
Durante un año lo que quedaba de la tripulación intento salir adelante, pero cada vez les iba peor y tenían menos encargos. Habían perdido a muchos tripulantes, a los droides y mucho dinero y no se podía contratar a más personal ni comprar droides nuevos. Así que el capitán y dueño de la nave, que era un Ithorian con malas pulgas, pero que para Kai era casi un padre, decidió ir a la capital de la república para vender la nave y retirarse. Algunos, entre ellos Kai, le acompañaron en busca de nuevas oportunidades.
Y así es como comienza esta historia.
Y esto si que es la vuelta del Captain Cid!! Además los colores ya parecen otra vez de Carlos (y tu solito ;) )
ResponderEliminarmierda... se me ha vuelto siniestro otra vez... primo!!
ResponderEliminarParece que la partida de Star Wars toma cada vez más forma :D
ResponderEliminarJejeje, yo escucho (o leo) algo de Star Wars y ya babeo...
ResponderEliminarPasadlo muy bien con la partida, puede que más adelante me ponga en contacto acerca de ella, que tenía yo supuestamente una campaña a medio idear y se quedó en el cuaderno sin empezar a jugarla, por falta de tiempo, ganas, e inspiración (realmente porque los jugadores son un tanto especiales y hay que hacer las partidas a prueba de capullos).