Cuando eres joven quieres cambiar él mundo. Parece que tienes fuerzas para ello. Él único problema es que él mundo no te entiende. Eres único, especial y conseguirás lo que te propongas. Tienes todo él tiempo del mundo y miras él futuro con optimismo.
Esto con los años se va suavizando. Los altos ideales se van rebajando, aprendes que los demás también son únicos, que todos son especiales, así que ninguno lo es. Conoces gente que te comprende y vas encontrando tu sitio. Tus metas van siendo más realistas.
Pero llega un momento en él que parece que se llega a un punto de inflexión. Probablemente no le pase a todo él mundo, supongo que es más de gente muy asentada, a quien está satisfecho de estar donde está.
Ya no quieres cambiar él mundo, sólo quieres no perder lo que tienes. Has encontrado tu sitio y te da pánico que algo le pueda pasar. Empiezas a ver el futuro con aprensión. Ya no es él mundo el que no te entiende; eres tú el que no entiendes al mundo. Te empieza a parecer que las cosas son negras como el futuro y que has vivido tiempos mejores, que el mundo se va al garete y nadie sabe como salvarlo. Ves las noticias y te preguntas si siempre ha ido todo tan mal y simplemente es que ahora ya no son cosas de mayores, ahora el mayor eres tú.
Si siempre he sido viejuno de espíritu, esto ya es el colmo. Creo que voy a pasar del "cuando yo era joven" directamente a "en mis tiempos".
Pero bueno, hoy, aunque sólo sea por un día, mejor olvidar todo esto, pensar que el mundo no está tan loco y que solamente parece que se dirige con paso firme a la destrucción del modo de vida que conocemos. Así me gusta, optimismo a raudales.
Ya no quieres cambiar él mundo, sólo quieres no perder lo que tienes. Has encontrado tu sitio y te da pánico que algo le pueda pasar. Empiezas a ver el futuro con aprensión. Ya no es él mundo el que no te entiende; eres tú el que no entiendes al mundo. Te empieza a parecer que las cosas son negras como el futuro y que has vivido tiempos mejores, que el mundo se va al garete y nadie sabe como salvarlo. Ves las noticias y te preguntas si siempre ha ido todo tan mal y simplemente es que ahora ya no son cosas de mayores, ahora el mayor eres tú.
Si siempre he sido viejuno de espíritu, esto ya es el colmo. Creo que voy a pasar del "cuando yo era joven" directamente a "en mis tiempos".
Pero bueno, hoy, aunque sólo sea por un día, mejor olvidar todo esto, pensar que el mundo no está tan loco y que solamente parece que se dirige con paso firme a la destrucción del modo de vida que conocemos. Así me gusta, optimismo a raudales.
Oldie but goldie!
ResponderEliminarYa no se hacen juegos como los de la SNES.
En mis tiempos las Magic venían en borde blanco.
A mí las minis esas que no pesan me parecen juguetes.
Todo esto antes era campo.