Hace tiempo ya, cuando me compré el coche, publiqué una entrada porque ví que llevaba 1000 kilómetros con el coche. Por aquella época todavía tenía la sensación de que el coche no era mío. Creo que fue una sensación que nunca desapareció del todo. Quizá era debido a que siempre había vivido en la misma casa y siempre había conocido los mismos espacios. Quizá era porque lo que estaba acostumbrado a conocer de los coches era la parte de atrás.
La entrada finalizaba con el propósito de pararse a pensar un poco cada 1000 kilómetros. Es cierto que por aquélla época no sabía lo fácil que era hacer 1000 kilómetros con el coche. Pero 70000 antes de hacer lo mismo son demasiados.
Supongo que es ley de vida, cada vez parece que las cosas pasan más rápido. Sin cursos que definan el paso del tiempo parece que los años se confunden. Básicamente:
"Every year is getting shorter, never seem to find the time."
Pasaron otros 69000 kilómetros y, aunque ya pensaba en el coche como mío, siempre me quedó una sensación extraña. Quizá es que conduciendo no ves el coche por dentro.
De todas formas, nunca parece que haya tiempo para pensar. La vida siempre intenta interponerse en tu camino. Mil kilómetros son pocos, pero ¿quizá cada 3000?
Por lo menos ya no me pongo nervioso al conducir. Es más, muchas veces pongo el piloto automático y de repente estoy en casa.
Pero bueno, el tiempo pasa, algunas cosas quedan, otras se van. Esperemos que queden muchas cosas buenas por venir. Y que nos dé tiempo a disfrutarlas.
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