Pues aquí vamos otra vez, a por el post de todos los años. Pero será un poco doble porque no fui capaz de hacer el post de diciembre, y mira que era fácil, un simple repaso del año en el que decir que no he escrito muchos posts pero que ya verás el año que viene.
Veamos el año pasado escribí...¡7 posts! Pensaba que habían sido por lo menos 9 ó 10... Bueno este año claramente será mejor seguramente muy parecido, pero bueno, seguiremos con ello. Ahora que estoy a tope con las resoluciones de Año Nuevo lo veo muy claro pero bueno.
Hablando de resoluciones, para este año tendremos variantes de las mismas de siempre. Las formularé como dos. La primera, hacer ejercicio y picar menos. La segunda perder mejor el tiempo. Ya que parece que es imposible no perder el tiempo pues por lo menos hacer algo un poco más productivo, como por ejemplo, escribir en el blog. ¡Se cierra el círculo!
Veamos ahora las resoluciones del año pasado, si es que las hubo. Si no, son siempre las mismas así que nos e ha perdido nada. No, no hay resoluciones, sólo una frase que no ha envejecido bien, una sobre que "vivimos en una época bastante pacífica en general". Eso por hablar.
¿Qué más? Se me acaba el tiempo de escribir, y como siempre, procrastinando dejo las cosas para última hora. Ya se ve algún hito por el retrovisor, pero supongo que pasará lo de siempre, buenos propósitos que duran cinco minutos y seguiremos dejando que el tiempo se nos escape entre los dedos, como arena fina de un reloj de arena. No puedo decir que no esté contento, no cambiaría nada de lo que tengo, pero creo que debería sacarle un poco más de jugo a todo esto. De hecho lo que me da miedo, y siempre me ha dado miedo, es perderlo. Ya escribiré algo más sobre esto (o no) pero no puedo si no tener la sensación de que la sociedad es un gigantesco castillo de naipes, que no resistirá otra embestida como la del año pasado. Y si eso ocurre, no sé qué haría. Realmente sin un ordenador no sé hacer nada.
Bueno pues, parece que esta pequeña nota va a ser todo de lo que soy capaz de escribir en tiempo. A ver si me duran los buenos propósitos un poco más este año, aunque sea por verle las orejas al lobo. Y crucemos los dedos por que los tiempos no se vuelvan más interesantes todavía.