Ya va siendo hora. Ya toca mi post anual. Bueno el año pasado hubo dos o tres, pero ya me entendéis. Todos los años por estas fechas, coincidiendo con el año nuevo y mi cumpleaños escribo una entrada sobre cómo pasa el tiempo y en la que digo que me siento mayor y que me da miedo el futuro y cosas así.
Normalmente esta entrada nace con el firme propósito de comenzar una nueva etapa en el blog y de escribir como mínimo una vez al mes. Este año es un poco diferente. Por primera vez desde que empecé el blog, no tengo como propósito de Año Nuevo escribir más en el blog, darle vida. Este año no. Simplemente no me apetece.
Me pregunto a que se deberá ese cambio. Quizá por fin me he dado cuenta de que no va a pasar. Quizá me haya aburrido de esto del blog, que no era más que una forma de quejarme por todo y soltar alguna chorrada ocasional.
Tal vez, simplemente no encuentro sentido a escribir en un blog. ¿Para qué sirve? ¿Qué lo diferencia de escribir en un cuaderno en casa? La diferencia es que lo ve más gente. Más gente son unos pocos amigos y familiares y algún internauta perdido que ha llegado aquí por error.
Por lo tanto, sólo sirve para compartir algún pensamiento con gente a la cual normalmente se lo puedo contar en persona. Por supuesto también tiene un punto de crear algo que el mundo puede ver, pero aunque pueda no quiere decir que lo haga. Quizá ese sea el punto, lograr algo, algo tangible, relevancia. No, hay una palabra mejor. Trascendencia, un puntito de inmortalidad.
Más importante aún, ¿debería? Cualquiera puede llegar a relacionarme con el blog y leer lo que escribí en él. Por supuesto no hay nada que no quiera que la gente lea, pero tal vez pueda dar una idea extraña de quién soy. O mejor dicho, de quién fui. Aunque tampoco creo que haya cambiado tanto.
Por ejemplo acabo de cambiar la foto porque en ella se veía una máscara de V. Cuando la puse me pareció gracioso e intentaba imitar a los malos de cierta serie de Anime. Hoy, esos malos ya no me gustan y la máscara tiene unas connotaciones que no existían cuando puse la foto. La verdad, cuando la hice me gustó, pero ahora me resultaba un poco ridícula.
Supongo que es lo normal, la gente cambia un poco con el tiempo y los gustos evolucionan. Yo por ejemplo ya voy teniendo edad de empezar a escuchar música clásica, cambiar la fantasía por historia, de empezar a salir a correr y de intentar dejarme barba (spoiler: sólo me sale perilla). Por supuesto pienso seguir jugando siempre que pueda. Ya sé lo que estáis pensando, "ya esta otra vez el abuelo cebolleta haciéndose el viejo". Pero en realidad ya va tocando.
Ya voy teniendo una edad. No soy aquel chavalín que empezaba a ir a la universidad y creía que ya estaba a vuelta de todo. Simplemente estoy impresionado de que haga ya casi diez años de aquello. Diez años... Antes, si le sacabas diez años a alguien, era un niño de teta. Ahora ese alguien puede votar.
Tengo la sensación de que el mundo en el que vivimos intenta convencernos de que vamos a ser jóvenes para siempre, tal vez, porque con ese espíritu consumimos más. Un ejemplo muy tonto: cuando me saqué el carné joven ponía claramente "menor que 26". Ahora dura hasta los 30. Otro ejemplo: en la tele hay muchas series de actores de 40, que hacen de personajes que tienen 30 pero una edad mental de 15 y creo que muchas veces la gente imita lo que ve en la tele, aunque sea a un nivel subconsciente.
Este año todo es parecido al anterior. Llega un momento en el que la vida es más estable, supongo. Las diferencias que he creído notar son que este año mi cumpleaños ha llegado casi sin que me enterase y que la gente ya no te dice "todavía eres muy joven", si no que te llaman abuelo o te animan a aprovechar lo poco que te queda para los 30.
Por supuesto, queda mucho por hacer, pero no puedo menos que pensar que nuestros padres con esta edad ya eran padres o por lo menos eran realmente gente mayor, madura. Y en la época de nuestros abuelos mucho más. Por supuesto no era tiempo para tonterías, pero creo que la sociedad nos sigue tratando como si fuéramos críos y muchas veces nos comportamos como tales. Yo por lo menos no tengo la sensación de ser una persona completa y madura. Creo que me he creído esos mensajes con los que nos bombardean de que seremos jóvenes para siempre. Pero cuidado, pasado mañana, y sin que nadie nos avise, seremos ya "viejos" y nadie nos hará caso ni nos intentará convencer de que no lo somos y puede que sea un trauma para esta generación, ese cambio tan brusco. O puede que las circunstancias nos despierten y nos hagan caer del árbol maduros o no.
O tal vez, por los siglos de los siglos, todo el mundo ha estado tan perdido como nosotros y aparentaban mejor.
Pero se me acaba el tiempo y creo que no hago más que liarme yo sólo y este post tiene que estar hoy, así que resumamos. Me he cansado un poco del blog, la gente me llama viejo pero tengo la sensación de que estoy un poco verde para la edad que tengo, así que a ver si leo y estudio algo este año. No voy a pedir aprender algo o madurar, porque hay que tener cuidado con lo que deseas, que puede hacerse realidad.
Nos vemos
PD. Realmente me he notado muy torpe escribiendo esto, debería coger práctica.
PDD. Sí claro, voy a escribir más... mañana.